El Papa, en su visita a España, un Estado laico y aconfesional, nos ha dejado entre otros mensajes su postura en contra del aborto y su posicionamiento a favor de la familia. El actual choque que se vive entre la fe y el laicismo a Benedicto XVI le hace recordar el anticlericalismo de la República. Esta declaración nos lleva a la dolorosa Guerra Civil, donde la jerarquía católica tuvo un posicionamiento muy claro a favor del golpe militar; nos ha costado muchos años reconciliarnos. Al Papa deberían haberle informado de que en este país no se persigue a nadie por sus ideas religiosas, que la religión católica es una opción como tantas otras en el mundo, y que a pesar de la enorme crisis que estamos sufriendo, a la Iglesia no se le ha recortado ni un euro; y lo más importante, que para abrazarse a la fe no hacen falta tantos intermediarios.
Por un Estado laico
España es el único país de la UE que se declara aconfesional, mientras la gran mayoría son laicos,…