Días atrás distintas organizaciones y colectivos han lanzado la campaña “Por una escuela pública y laica: Religión fuera de la Escuela”, denunciando la reforma parcial de la LOE del Partido Popular (conocida como “Reforma Wert”) dado que las modificaciones introducidas pretenden asegurar una mayor presencia y estatus del adoctrinamiento religioso en la Escuela y acelerar los procesos de desmantelamiento de la enseñanza pública en favor de la privada lo que resulta motivo de alarma social.
Debemos partir de que el laicismo y la neutralidad ideológica del Estado y sus instituciones es un principio fundamental recogido en todas las constituciones democráticas; la Escuela es una de esas instituciones públicas donde es preciso observar de forma más escrupulosa el principio de laicidad o neutralidad; la Escuela ha de educar sin dogmas, en conocimientos científicos y universales; y que los centros escolares no deben ser un lugar de exclusión y discriminación.
En consecuencia se han sugerido los siguientes postulados: La religión debe salir del currículo y del ámbito escolar. No debe admitirse la presencia institucional de simbologías religiosas o de ideologías particulares. El Sistema Público de Educación no debe financiar el adoctrinamiento religioso, debiendo destinarse a la financiación de la Enseñanza de titularidad Pública, el Estado no está obligado a financiar la Enseñanza privada y más cuando hay enormes recortes económicos.
Se exige la retirada del proyecto de LOMCE que extiende una mayor injerencia de las confesiones religiosas y que de la LOE vigente desaparezcan los aspectos confesionales, como son la permanencia de la religión en el horario lectivo y la consideración como “servicio público” de los “centros privados concertados” (de los cuales el 80% son dogmáticos católicos).