"Dime de lo que presumes, y te diré de lo que careces". A pesar de sonoras declaraciones en contrario, para intentar mantener los votos de la izquierda, en vano buscaremos -cifras en mano- un Gobierno que haya dado más dinero, es decir, poder a la Iglesia católica que el de Zapatero. Ni que le haya dado más poder directo en la educación, lo que constituye un auténtico suicidio a medio plazo para un socialista. No satisfecho con eso, ha puesto a un ultracatólico confeso, Divar, al frente del poder judicial. Y, para no hablar de otros ultracatólicos emboscados en el Parlamento o en la misma vicepresidencia, recordemos que ZP nombró y ha mantenido mientras él ha querido en el Vaticano a Vázquez, auténtico antiembajador, que de modo expreso ha criticado las medidas de su propio Gobierno (¡!) y defendido las posiciones del Estado Vaticano. Y ahora que ya ha hecho su nefasta labor, le ofrece ser nada menos que Defensor del Pueblo… ultracatólico sólo, según promete todo su historial. Más que un Zapatero "izquierdista", preferiríamos un católico correcto.
Por un Estado laico
España es el único país de la UE que se declara aconfesional, mientras la gran mayoría son laicos,…