Directores de colegios católicos aseguran que la propuesta del Gobierno es una «cortina de humo»
"Llueve sobre mojado; no es la primera vez que nos llevamos este susto, ni será la última, ya que todo forma parte de la intención del Gobierno de ganar terreno para el laicismo a todos los niveles", denuncia el padre Manuel Beaumont, director del Colegio Agustiniano de Madrid. Notablemente indignado con la iniciativa política contra los crucifijos, Beaumont defiende su labor evangelizadora para con los alumnos: "Yo estoy aquí para evangelizar desde la cultura, si no puedo hacerlo en los colegios españoles, me marcharé al Tercer Mundo, a evangelizar allí".
Beaumont comparte con muchos de sus colegas el diagnóstico de que la propuesta política del miércoles es únicamente una "cortina de humo" para desviar la atención de la opinión pública. "Si la gran batalla que tiene España es esta, mal vamos", sentencia.
Este sacerdote metido a educador estaría dispuesto a renunciar al concierto que mantiene la Iglesia con el Estado "nos dan una miseria" para mantener los símbolos religiosos en sus aulas: "Yo he sacado este centro de mi costilla, no he puesto la jaula para que me la llenen de canarios".
Igualmente combativa, la directora del colegio Cristo Rey de Madrid, Cándida Gutiérrez, alza la voz y clama por sus crucifijos. "¡No tienen derecho a quitárnoslos, no lo tienen! Yo sí que tengo derecho a tener en mi colegio lo que yo quiera", defiende, emocionada, esta religiosa. "Si vienen a por los crucifijos… Mira, si tenemos que morir para que no los quiten, moriremos", asevera. Gutiérrez tiene claro que el concierto económico no le obliga "de ninguna manera" a coincidir con el ideario aconfesional del Estado: "Los gobernantes son administradores del dinero de los españoles, no dueños; los euros no les permiten imponer su ideología".
Mucho más moderado se muestra el responsable del colegio Santa María del Carmen, Paco Daza, mientras muestra casi uno por uno los numerosos cristos que adornan el centro, incluido el Nacimiento que se está montando en el recibidor. Según explica Daza, todos los padres que acuden al Carmen conocen su ideario católico, y nunca han tenido ningún problema. "Saben lo que aquí se ofrece; ni siquiera ha surgido el conflicto con los alumnos musulmanes que tenemos", afirma. También sacerdote, es un director que se recicló hacia el mundo de la docencia tras diez años como misionero en Burkina Faso: "En España tenemos una raíces, que son las que son, que no debemos imponer, pero tampoco negar", defiende Daza.
Todos los directores consultados por este periódico se muestran seguros de que la razón jurídica les asiste, como plasma Fidel Revilla, del Santísimo Sacramento: "Defendemos nuestro ideario acogiéndonos a las libertades que otorga la Constitución Española".