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La Semana Trágica: antimilitarismo y anticlericalismo

La Semana Trágica fue un hecho clave en la historia del movimiento obrero y de reacción contra la Guerra de Marruecos.

La Semana Trágica fue un hecho clave en la historia del movimiento obrero y de reacción contra la Guerra de Marruecos. La Semana Trágica alude a los acontecimientos que se produjeron en Cataluña y, especialmente, en Barcelona en la semana final del mes de julio de 1909. El origen de lo que ocurrió estaría en la reacción popular por el envío de tropas –reservistas- a Marruecos. Ante esta decisión gubernamental, los socialistas y los anarquistas iniciaron una campaña de denuncia porque eran los hijos de las clases obreras y campesinas los que tenían que ir la guerra, los que defendían los intereses económicos de las empresas que habían adquirido participaciones en las minas del Rif. Recordemos que en aquella época existía la redención del servicio militar por dinero y la sustitución, y que los socialistas llevaban largo tiempo denunciando.

En el Congreso de Tarrasa, celebrado entre el 18 y el 20 de julio, se decidió convocar la huelga general. Unos días después se propuso la creación de un Congreso Nacional de Sociedades Obreras que acordaría la huelga en toda España. El comité madrileño fijó la fecha para el día 2 de agosto. En Cataluña el comité estaba integrado por anarquistas, socialistas y por Solidaridad Obrera, y decretaron la huelga para el 26 de julio. La huelga comenzó y se fue extendiendo por las principales ciudades catalanas, especialmente en torno a la capital.

La huelga convocada era pacífica pero, aunque el gobernador civil Ossorio y Gallardo era partidario de la prudencia, se decretó el estado de guerra y se sacó el ejército a la calle, medida que encendió la mecha de la violencia: barricadas, incendios de iglesias y conventos, asaltos a armerías, y como un reguero de pólvora, dicha violencia se extendió a otros lugares. Las tropas se emplearon a fondo y llegaron a usar la artillería. En los primeros días de agosto se dominó la insurrección. Aunque en otros lugares de España hubo protestas no se pueden comparar a lo acontecido en Barcelona.

Antonio Maura decretó una intensa represión, con muchos encarcelamientos y cinco penas de muerte, entre ellas la de Ferrer i Guárdia, provocando una intensa campaña internacional. La Semana Trágica hizo caer, en el otoño, a Maura.

Decíamos al principio que la Semana Trágica es un hecho muy significativo en la Historia contemporánea española. Efectivamente, y lo es por varios motivos. En primer lugar, constituye la reacción popular más clara y contundente contra la guerra hasta ese momento, además de contra un sistema de reclutamiento que conculcaba el principio de igualdad ante la ley. La Semana Trágica es un capítulo muy destacado de la larga historia del anticlericalismo español en su vertiente social y violenta. Por otro lado, fue una reacción que desbordó al movimiento obrero organizado. Desde el lado del sistema político habría que destacar la incapacidad del mismo para gestionar la crisis, al primar la adopción de decisiones imprudentes frente a la postura menos violenta del gobernador civil. La Semana Trágica generó con una brutal represión que, al parecer, debía ser el único medio para afrontar los problemas sociales No podemos terminar sin aludir a la creciente importancia de la guerra de Marruecos entre las causas que precipitarían en el futuro el final de la Monarquía de Alfonso XIII.

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