La Fundación Alternativas, considerada como «laboratorio de ideas» del PSOE, instó ayer al Gobierno a modificar la legislación para eliminar «la presencia de símbolos religiosos en centros públicos» así como «la prohibición de símbolos religiosos en las manifestaciones institucionales o en los actos organizados por los poderes públicos».
En la presentación del documento «Laicidad, manifestaciones religiosas e instituciones públicas», este organismo de cuyo patronato forman parte, entre otros, el presidente Zapatero y el ex presidente González, así como la ministra de Educación, Mercedes Cabrera, propone «la elaboración y aprobación de dos leyes», la primera de las cuales regularía la asistencia religiosa en centros públicos, mientras que la segunda prohibiría «la participación religiosa en ceremonias oficiales, la presencia oficial o de cargos públicos en ceremonias religiosas y la presencia de símbolos religiosos u objetos religiosos en lugares públicos».
La tesis de la Fundación Alternativas argumenta que «el estado laico -como definen a nuestro país- tiene el deber de que en los espacios tutelados por los poderes públicos, como las escuelas públicas, no exista confusión entre lo público y lo religioso, y que la presencia de manifestaciones religiosas no lesione la convivencia pacífica entre sus ciudadanos».
Por ello, cuando los símbolos utilizados en actividades públicas -funerales de Estado, crucifijos o Biblias en tomas de posesión- tengan «un carácter estrictamente religioso, cabe hablar de un elemento inconstitucional».
La Fundación reclama que los representantes de la ciudadanía no acudan como tales a dichas manifestaciones, dado que «la participación de los poderes públicos en actos o manifestaciones religiosas vulnera el principio de laicidad».
En cuanto a la presencia de crucifijos o imágenes religiosas en los centros públicos, entiende que «es contraria a los principios constitucionales», ya que «supone una inequívoca voluntad del Estado de poner a la religión simbolizada en el centro de la vida pública, como verdad absoluta».
Consideras la presencia de estos símbolos en la escuela pública como «una reminiscencia histórica en vías de extinción».