La delegación en Valencia de la Federación Internacional de Ateos,-FIdA-, exigió ayer en un comunicado la «retirada inmediata» de la torre-guía.
En el escrito, la plataforma afirma que en una sociedad plural «el espacio público está determinado por el sentido de la convivencia y del respeto a las convicciones ajenas». Según reza el comunicado, «el principio de la laicidad exige que las confesiones religiosas no intervengan en la organización del espacio público».
Desde la FIdA aclaran que «el ejercicio de las manifestaciones de religiosidad, o de no religiosidad, son parte de nuestros derechos ciudadanos», y añaden que: «este derecho no se extiende a la imposición de símbolos o ritos de un dogma concreto».
La asociación calificó el proyecto del equipo de gobierno de «ridículo», ya que, en su opinión, el monolito reproduce «la estética del nacional-catolicismo». Asimismo provocaría un «desequilibrio estético», al seguir junto a la Ciudad de las Artes y las Ciencias, «un complejo racionalista y cultural», señalaron.