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Católicos integristas y socialistas a cuenta del descanso dominical en el sector de la alimentación en 1928

El descanso dominical generó no poca polémica en España durante mucho tiempo. En este artículo repasamos la reacción que provocó en uno de los diarios ultracatólicos de larga tradición, El Siglo Futuro, y su interpretación por parte de El Socialista para el caso concreto del ramo de la alimentación en 1928, en la época de los Comités Paritarios que, en general, siempre fueron mal vistos por la patronal frente a la postura del movimiento obrero socialista, asunto que merecería más atención por parte de la historiografía, aunque no es el objetivo de este artículo. Aquí nos interesa, en cambio, el estudio de las similitudes y diferencias entre el catolicismo militante y el socialismo en relación con el cumplimiento de la ley del descanso dominical.

El Comité Paritario del Ramo de la Alimentación (imaginamos que el de Madrid) había acordado el cierre de los establecimientos de venta de comestibles para la tarde del 27 de diciembre, jueves, en compensación con la apertura por la tarde del domingo anterior, víspera de Nochebuena. Pues bien, este hecho motivó la publicación de un artículo en El Siglo Futuro, periódico ultracatólico carlista, aunque en ese momento vinculado al integrismo hasta la reconciliación entre el Partido Integrista y la Comunión Tradicionalista Carlista unos pocos años después de la época que estamos estudiando. El artículo venía firmado por Julio Briga.

El articulista consideraba que esta permuta no era una compensación porque el descanso dominical solamente era descanso en domingo, y no podía cambiarse. La razón era, evidentemente religiosa. Briga se quejaba de la relajación en España en relación con el cumplimiento de un “precepto divino”, frente a lo que ocurría en otros países, incluidos los protestantes, donde se respetaba el descanso dominical.

Para Briga era importante saber si la autorización para la apertura el domingo por la tarde se había hecho en beneficio del público o para hacer más caja, ya que, en general al público no siempre se le atendía debidamente en distintos servicios y épocas del año, poniendo el ejemplo de las peluquerías con unos horarios incompatibles con los laborales. En definitiva, no podía tolerarse que se atentase contra la ley del descanso dominical, que “obliga a todos y siempre”. Era, como hemos indicado, una “sabia disposición” que había que respetar, además, por higiene. Era un paréntesis que inyectaba al trabajador “auras de restauradora espiritualidad”. En fin, la ley del descanso dominical no sólo era un precepto divino y eclesial, sino una “sabia disposición de la Providencia”, que había que acatar, además, por sentido común.

Pues bien, si el artículo de Briga era del día 27, el de El Socialista salió al día siguiente con el título de “El descanso dominical y la Providencia”. El periódico obrero señalaba que, por vez primera, se estaba de acuerdo con la publicación católica, porque los socialistas tampoco eran partidarios de la apertura de establecimientos en domingo. No debemos olvidar que el movimiento obrero siempre fue muy crítico con las excepciones en relación con el cumplimiento de esta ley, y en el propio periódico de El Socialista podemos encontrar muchas denuncias, al respecto, desde que se aprobara esta ley en marzo de 1904, gobernando Antonio Maura, y siendo aprobada en Cortes.

Además, el periódico socialista informaba que los vocales obreros del Comité Paritario habían votado en contra, exigiendo el cumplimiento de la ley que, al parecer, se vulneraba con cierta facilidad.

También se coincidía con la afirmación de Briga sobre que solo se abría por el interés mercantil, ¿qué otra cosa se podía esperar?, se interrogaba el periódico obrero. El comercio, como toda empresa privada, se movía exclusivamente por el egoísmo, y no atendía, precisamente, a razones humanitarias, por lo que procuraba no respetar de buen grado las leyes sociales.

Pero hasta aquí las coincidencias con el artículo del periódico católico, ya que los socialistas no podían estar de acuerdo con el origen divino del descanso dominical porque, además, había lugares donde “reinaba Jesús” y que no se habían enterado del mismo, como tampoco de otras leyes de contenido social.

Hemos consultado el número 16.413 de El Siglo Futuro en la Hemeroteca Digital de la BNE, donde, además, podemos consultar información sobre el origen y las complejas vicisitudes de un diario que duró 61 años, desde 1875 hasta 1936. Por su parte, el periódico socialista, el número 6204, puede consultarse en la Hemeroteca digital de la Fundación Pablo Iglesias. La ley del descanso dominical se puede consultar en la red en la página del BOE, en el número de la Gaceta de Madrid del 4 de marzo de 1904. Por otro lado, podemos consultar, también en la red, el trabajo fin de grado de Judit Cartagena Vicente, Origen del descanso dominical en España (junio de 2017) de la Universidad Miguel Hernández. También conviene acercarse al trabajo de José López Ahumada, “Orígenes y formación del derecho al descanso semanal”, en AFDUA, 2004, págs. 58-89. La perspectiva católica puede ser entendida en el artículo de Feliciano Montero García, “La Rerum Novarum en España”, en Historia16, nº 185 (1991), págs. 17-30.

Eduardo Montagut. Doctor en Historia

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