El rector de la Complutense defiende centros multiconfesionales «si es que tiene que haberlos» «Entiendo que la Iglesia esté recelosa de mantener sus parcelas», añade Rectorado y Arzobispado se reúnen esta semana
Ya ha dicho en alguna ocasión que no es partidario de la presencia de capillas en la Universidad pública, pero es un tema sobre el que José Carrillo, rector de la Complutense, no suele pronunciarse a menudo y para el que pide un debate “sin acritud” en el seno de la comunidad universitaria. Y abre el abanico con la opción de cambiar los oratorios por salas multiconfesionales “si se considera que es necesario tener centros de alguna confesión en una universidad”.
Le gustaría un debate sosegado pero los centros de culto en las facultades, en particular en la Complutense, levantan muchas pasiones de uno y otro lado, como él mismo ha podido comprobar en las últimas semanas. “El tema de las capillas está muy caliente, pero las Cruzadas ya terminaron”, ha deslizado en la rueda de prensa convocada para valorar la huelga de su campus.
Complutense y Arzobispado se reunirán esta semana, tras el encuentro de hace 15 días, para tratar el traslado del oratorio de Geografía e Historia a una nueva sala. Lo hacen con el trasfondo de un debate más amplio que Carrillo ha intentado abordar con pies de plomo. Hasta ahora. En 2013 toca la revisión del convenio que ampara las capillas de la Complutense, firmado en 1993 por el entonces rector Gustavo Villapalos.
Hace tres años, la irrupción en el oratorio de Psicología de un grupo de alumnas que se desnudaron de cintura para arriba y se besaron en el altar provocó hasta detenciones y misas multitudinarias en el campus. Y cada vez que resurge el tema, vuelve a saltar la polémica. Hoy el rector ha acusado al Arzobispado de estar detrás de la organización antiabortista HazteOír, que colapsó los correos del Rectorado con mensajes desde una web tras el anuncio de la petición de traslado de Geografía. La organización se planteaba en sus textos preguntas como las siguientes: “Primero cerrarán las capillas y luego, ¿qué harán? ¿Expulsar a los cristianos de las aulas? ¿Impedirles optar a una plaza de profesor o de personal no docente? ¿Marcarles con una cruz, como a los judíos?”.
Carrillo cree que la propuesta de Geografía se ha interpretado de forma “desproporcionada” como “un ataque”. “Entiendo que la Iglesia Católica esté recelosa de mantener sus parcelas”, según el rector. “Igual si no lo fuese tendría más éxito, debería meterse menos en la vida de la gente”. Convocar al Arzobispado para tratar la mudanza es un gesto de “deferencia”, ha añadido Carrillo. El cambio de ubicación de una capilla “no viola el acuerdo” que establece las facultades en las que hay oratorios y en las que se deberían instalar otros (que no se han abierto en todos los casos) y contempla también que las retribuciones a los capellanes provengan del presupuesto de la universidad, algo que tampoco se hace según el rector.
La Complutense no ha señalado públicamente qué fechas baraja para abrir la negociación del convenio de Villapalos, un documento que privilegia “una religión sobre otras”, ha ahondado el rector. Asegura que, en caso de que se considere necesario “tener centros de una confesión en una universidad, lo razonable es que sean multiconfesionales porque “uno puede rezar perfectamente en un centro donde otros rezan a otro dios al mismo tiempo”.
“Uno puede tener sus dudas” sobre si las capillas universitarias son necesarias “para el cumplimiento de la libertad de culto”, dice Carillo. “A menos de un kilómetro de esta facultad hay una iglesia en Pozuelo”, según el rector, que asegura que la más cercana a su casa “está más lejos” y “a nadie se le ocurre que se vulnere la libertad religiosa”.
José Carrillo, momentos antes de su comparecencia de esta mañana. / SAMUEL SÁNCHEZ
Archivos de imagen relacionados