La cuestión religiosa vuelve a la primera plana de la actualidad municipal, después de un año en que se ha colaborado más que nunca con las cofradías en el que ahora el Cabildo dice que los católicos se sienten atacados por el gobierno local
En esta ocasión, los tiempos se han manejado con estrategia. Pasada la Semana Santa, que también ha sido tensa para no variar, la alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio, ha presentado a Federico Mayor Zaragoza como presidente de una comisión municipal aún por constituir que tiene como objetivo explorar cómo convertir en pública la Mezquita Catedral.
Calmadas las aguas en las cofradías, donde no solo se ha colaborado, sino que incluso se ha aportado más dinero que nunca para trasladar la carrera oficial, el equipo de gobierno, principalmente el PSOE, ha decidido manejar con estrategia, esta vez sí, la cuestión religiosa. Después de un inicio de mandato complicado, repleto de polémicas como las de la supuesta retirada del cuadro de San Rafael del vestíbulo del Ayuntamiento, el equipo de gobierno plantea ahora el difícil equilibrio entre cumplir el pacto firmado con IU y Ganemos en junio de 2015 y no levantar en armas a los católicos o a la Iglesia.
Reclamar la titularidad de la Mezquita Catedral, además de obligar a la Iglesia a cambiar el nombre con el que denominaba al monumento (algo que ya se ha conseguido), fue uno de los compromisos clave firmados por el PSOE, no sin problemas. Cuando era delegada del Gobierno, Ambrosio se comprometió a elaborar un informe jurídico sobre la cuestión (que nunca salió a la luz), pese a que en las filas de su propio partido había cargos públicos con mando en plaza que no lo veían claro. Desde el primer momento asumió el compromiso, se pidieron informes y se trató de convocar una comisión que ha tardado casi dos años en fraguar: el tiempo en que ha dicho que sí una personalidad tan importante como el exdirector de la Unesco Federico Mayor Zaragoza.
Tras el anuncio de la comisión, la reacción del Cabildo, hablando de un “ataque” a los católicos, ha sorprendido en Capitulares, aunque dentro de un orden. La propia alcaldesa, en su presentación, dijo que no solo no se negaría el culto católico ni la gestión del mismo por parte de la Iglesia, sino que también se habló y mucho de lo que significa la Catedral. Más, además, tras el esfuerzo que está haciendo la parte del PSOE con las cofradías, con la Semana Santa, su participación incluso activa en las romerías del mayo festivo y su presencia, permanente, en el palco de Semana Santa.
Ahora, el objetivo pasa por no volver a mezclar los tiempos ni las cosas y que la comisión de expertos se constituya en junio, trabaje en verano y otoño y entregue su informe en noviembre como muy tarde, con el objetivo de hacer lo que se tenga que hacer (se duda mucho que jurídicamente el Ayuntamiento en solitario pueda hacer algo) antes de la próxima Cuaresma.