Romney proclama la misión divina de EE.UU. de liderar el mundo
Dios ha entrado de lleno en la campaña para las primarias republicanas. No es que antes no estuviera presente. La idea religiosa está en Estados Unidos tan íntimamente unida a la política que es casi impensable un candidato ateo. El «Dios bendiga a América» es el colofón de todo discurso. Pero esta semana Dios ha centrado las discusiones, y todo por unas declaraciones del primero en las encuestas, Mitt Romney.
El exgobernador de Massachusetts dijo el viernes, en el discurso sobre política exterior más importante de su campaña, que «Dios no creó este país para que fuera una nación de seguidores», sino que su destino es «liderar el mundo». Romney hizo estas afirmaciones para atacar la actual política exterior de Obama, lo que los republicanos llaman despectivamente «gira de disculpas global», Romney dijo también: «Nunca, jamás, pediré perdón en nombre de Estados Unidos». Y prometió combatir el «socialismo maligno» de Chávez en Venezuela y Castro en Cuba.
Además, este político mormón pintó un panorama catastrófico para el mundo si EE.?UU. abandona el liderazgo con un Irán cargado de bombas nucleares o los islamistas poniendo contra las cuerdas a Occidente. Ayer participó en la «cumbre anual de los votantes con valores» que reúne a la derecha religiosa del país en Washington.
Su alusión a Dios no ha sido la única en la campaña. También el viernes el pastor evangélico Robert Jeffress, que apoya al principal contrincante de Romney, el gobernador tejano Rick Perry, aseguró: «No es políticamente correcto decirlo, pero la Iglesia mormona no es cristiana, es una secta».
Algunos analistas ven la religión de Romney como un problema para muchos de sus posibles electores. Un reciente sondeo dice que solo el 35 % de los estadounidenses estarían cómodos con la idea de tener un presidente mormón. Un 60 % lo estarían con un presidente católico, un 55 % con uno que fuera judío, un 43 % con un cristiano evangélico y en otros casos, las cifras son más bajas que en lo tocante a los mormones ya que solo un 23 % lo estarían con un presidente ateo y un 21 % con un musulmán. Claro que los analistas recuerdan también que un año antes de que ganara el único católico que hasta el momento ha llegado a presidir EE.?UU., John F. Kennedy, el 25 % de los estadounidenses decían que nunca votarían por un católico.