El film mexicano «Morenita, el escándalo» promete caldear los ánimos con el cartel que lo promociona, en el que se ve a la virgen de Guadalupe, símbolo nacional, delineada con lo que parece cocaína y junto a tres balas
"El bien y el mal están en el mismo cartel, yo quiero ponerlo como un símbolo", explicó hoy en conferencia de prensa el director de la cinta, el mexicano Alan Jonsson, quien reiteró en varias ocasiones que no busca ofender a nadie con la imagen, pero admitió que se buscó llegar hasta una imagen que llamara la atención.
La virgen de Guadalupe es un icono de la identidad mexicana, añadió. "Ser mexicano es ser guadalupano", dijo en referencia a la devoción que profesa gran parte del país y que hace a la "morenita del Tepeyac" medular para México.
"Morenita, el escándalo" narra como un joven, por una deuda con el narcotráfico, se ve forzado a robar la imagen sagrada de la virgen expuesta en la Basílica capitalina, corazón religioso del país.
La imagen, protegida en la realidad por fuertes medidas de seguridad, quedó grabada en el ayate (poncho) del indígena Juan Diego después de que se le apareciera la virgen, según la tradición. El propósito detrás del robo es, sin embargo, que el joven salve la vida de su abuelo (y cómplice), interpretado por el veterano Ignacio López Tarso, uno de los históricos del cine mexicano.
"Es un robo sin tecnología, sin computadoras, a cargo de dos personas de clase media baja, que no tienen ni siquiera para comprarse un coche", indicó Jonsson como uno de los factores que humanizan y diferencian al film.
Hace siete años, el estreno de "El crimen del Padre Amaro", protagonizada por Gael García Bernal, fue objeto de fuertes protestas, debido a que cuestionaba el celibato, involucraba una imagen de la virgen y hablaba de aborto.
"La gente ha cambiado, ya no es tan fácil que se impresionen tanto", apuntó a Efe el crítico de cine Gerardo Gil.
El 90% de los mexicanos se declara católico, según datos oficiales.
Gil descartó que los grupos de presión se hayan interesado por "Morenita", ya que el filme no transgrede ningún dogma católico y "también han aprendido a no hacerlo" para no dar publicidad extra a una obra.
"El director quiso generar la polémica, pero a la hora de la hora le tembló la mano", añadió el crítico, que agregó que lo que se cuestiona no es si la imagen es o no legítima, "sino la moral que hay detrás de eso".
Finalmente, el protagonista que roba la imagen "es un tipo bueno, que se mete en el narcotráfico, pero no pierde su esencia de ser una víctima de las circunstancias", muy a diferencia del padre Amaro.
"Cuando empezábamos estaba muy fuerte (la polémica) de 'El Codigo Da Vinci', y eran bastante escasas las posibilidades de que nos dieran permiso para rodar en la Basílica", narró Jonsson.
"De hecho ya habíamos pasado por varios productores y todos nos decían 'si tu quieres filmar en la Basílica va a ser una película tremendamente cara, yo no le entro, no vas a obtener permiso'", continuó.
Jonsson rodó la peregrinación anual para honrar a la Virgen, que junta a millones de personas cada 12 de diciembre, y enseñó el material a la curia, que lo tomó como parte de un documental.
"Yo no dije ni sí ni no", explicó el director, que a raíz de eso consiguió luz verde para filmar.
Añadió que sí ha llegado a sus oídos que el clero quiere ver la película, para poder pronunciarse, y dijo que "con mucho gusto" se lo facilitará.
La Iglesia aún no se ha pronunciado públicamente sobre el tema y Efe no pudo contactar con ninguna autoridad religiosa para discutir el asunto.
Jonsson afirmó que no tuvo dificultad para ambientar el film en el narcotráfico, ya que es originario de Sinaloa, el estado considerado la cuna de los capos de México.
"De pequeño le vendía los perros de mi tía a un narcotraficante, claro, yo no sabía que lo era", narró, seguido de la exorbitante suma de dinero que suponía a ojos infantiles.
En "Morenita" empleó códigos del crimen organizado que ya no están en vigor, porque quiso ser prudente con este mundo, sugirió.
Con polémica o sin ella, el protagonista del film, Horacio García, consideró que estrenar la película, tal y como está el cine mexicano, y encima con 200 copias, "ya es un milagro".