Uno de los hoteles más lujosos de la ciudad marroquí de Casablanca, propiedad del grupo gallego Inveravante, de Manuel Jove, y gestionado por Four Seasons, lleva ya más de seis meses sin conseguir la licencia de venta de alcohol debido a la cercanía de una mezquita financiada por Arabia Saudí, país que veta estrictamente la venta y consumo de alcohol en cualquier lugar.
Las negociaciones con las autoridades marroquíes siguen en marcha, sin visos de solución inmediata, por lo que el verano y la temporada alta en este alojamiento frente al mar se puede dar por perdida. Fuentes del Four Seasons dicen que no han cuantificado las pérdidas por no poder vender bebidas alcohólicas, pero dijeron que «tiene un impacto innegable sobre la satisfacción de los clientes del hotel, especialmente ante nuestra clientela internacional».
El hotel es propiedad Manuel Jove, que invirtió en el proyecto más de 200 millones de euros, aunque la gestión la realiza la compañía Four Seasons, que cuenta con otro hotel del mismo nombre en Marrakech (propiedad de otro inversor), en su caso con una licencia de alcohol en toda regla. Cuando se inauguró el 27 de enero por todo lo alto, con presencia del ministro de Turismo marroquí y del propio Jove, el Four Seasons ya ofrecía «tres opciones para cenas y copas con vistas al océano», como decía su nota de prensa.
Negociando la licencia
Sin embargo, entonces el alojamiento aún no disponía en ese momento de la preciada licencia de alcohol. Las autoridades les prometió que llegaría en cuestión de días, pero no ha sido así. Los responsables del hotel supieron de forma oficiosa que la razón de la tardanza era la cercanía de la mezquita Abdelaziz Ibn Saud y de la fundación aledaña del mismo nombre, construidas y financiadas por Arabia Saudí.
Un decreto marroquí de 1967 estipula que «se prohíbe explotar un puesto de bebidas (alcohólicas) en las cercanías de edificios religiosos, cementerios, establecimientos militares, clínicos o escolares, y en general a proximidad de todo lugar donde se debe respeto y decencia». Lo paradójico es que competidores próximos al Four Seasons sí lo hacen.