El ‘clan Kutayni’ tejió desde Madrid una estructura con tentáculos en Bélgica, Italia y Turquía para enviar fondos a las milicias terroristas en Siria
El clan Kutayni, la célula yihadista desmantelada en Madrid en 2019 por financiar presuntamente a las milicias de Al Qaeda en Siria, tejió una red internacional de envío de fondos con presencia en Bélgica, Italia y Turquía, según un informe de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional al que ha tenido acceso EL PAÍS. La organización, que propugnaba desde España la instauración mundial de la sharia o ley islámica, levantó supuestamente un circuito financiero invisible y ajeno a las autoridades fiscales para transferir el dinero desde la capital española a las milicias terroristas de Idlib, una ciudad al noroeste de Siria donde opera Al Qaeda.
La célula confió presuntamente en el sirio Abu Ahmed, de 42 años Y residente en Madrid, el diseño a mediados de 2019 de su red internacional de transacciones. El circuito se sustanció en la hawala, el oscuro sistema de transferencia de fondos entre particulares basado en la confianza. O, lo que es lo mismo, una telaraña de correos humanos ajena a las autoridades a la que, en ocasiones, recurre Al Qaeda para sufragar sus atentados.
El financiero de la red yihadista se encargaba también de enviar camiones por piezas en contenedores a Siria y Yemen con la ayuda de un socio vinculado al puerto de Dubái.
El esquema de financiación tenía Milán como centro de operaciones y usaba como cobertura una empresa instrumental turca con cuenta en el banco estadounidense Western Union. El dinero que ingresaba la red en el circuito de financiación procedía supuestamente de negocios legales en España como inmobiliarias o tiendas de compraventa de camiones que adquirían los vehículos en Europa para distribuirlos después en países donde Al Qaeda tiene “intereses estratégicos”: Sudán, Yemen, Catar, Libia o Líbano.
El grupo manipulaba los importes de las facturas y los conceptos de las transferencias de sus negocios legales para ocultar presuntamente la mecánica de financiación terrorista.
M. Kutayni, líder de una facción de Al Qaeda ligada a la milicia yihadista de Hay’at Tahrir Al Sham, que pasa por ser el mayor grupo armado del país y objetivo prioritario en la guerra en Idlib, recibía supuestamente los fondos en Siria. Y su hermano Fares, que fue uno de los diez arrestados en junio de 2019, cuando se desmanteló la organización de financiación yihadista en el marco de la Operación Warmor, actuaba presuntamente como uno de los responsables del envío del dinero desde España, según los investigadores.
El grupo contaba con un hombre de confianza en Italia, Abu Galal, un ciudadano de origen sirio con antecedentes por estafa y vinculado a una decena de delincuentes. La Fiscalía de Venecia conecta a uno de sus contactos con la financiación del terrorismo internacional, la subversión del orden democrático y el blanqueo de capitales.
Las pesquisas sobre el clan Kutayni, que desarrolla desde 2018 el Jugado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, han destapado una tupida madeja de relaciones entre los investigados en España, sus socios italianos y la insurgencia armada en Siria. Las indagaciones han aflorado también una telaraña de contactos en Milán con delincuentes comunes conectados con la financiación del terrorismo. La red yihadista, según los investigadores, se sirvió de ellos presuntamente para sus transferencias invisibles a través de la hawala.
Las conversaciones de los arrestados muestran los contactos de Abu El Ezz, uno de los socios “en la sombra” del financiador del clan, con un sirio residente en Milán que “participó en acciones bélicas contra el Ejército sirio”.
El encargado de la organización de hawala también subcontrató -según los investigadores- a Abu Raed, un sirio de 48 años residente en Madrid que llegó a asentarse en Milán para crear “una red de hawala para operar con Siria”. “El circuito enlazaría España, Bélgica, Italia y utilizaría como último puente Turquía”, indica el informe.
Las pesquisas sostienen que la vinculación del clan Kutayni con Al Qaeda “no es puntual”. Y ligan al entorno personal de este grupo que está siendo investigado en España por financiación del terrorismo, blanqueo de capitales, falsedad documental e inmigración ilegal con sirios como Imad Eddin Barakat, Abu Dahdah, condenado en 2006 por el Supremo a 12 años de prisión por colaboración con organización terrorista. “Dahdah tejió junto a Mustafa Setmarien Nasser, Abu Mussa, una red de captación de medios personales y materiales para Al Qaeda”, señala el informe de la Policía Nacional.
Otro presunto yihadista detenido en la Operación Warmor, G. Kalaje, desarrolló “labores de colaboración y financiación del terrorismo”, según unas pesquisas que destacan la conexión de este último con su cuñado. Se trata de un miembro de Al Qaeda que residió en Turquía, donde operó como intermediario entre campos de entrenamientos de combatientes y países europeos.
El clan Kutayni almacenó desde 2018 presuntamente en una nave industrial de Cedillo del Condado (Toledo, 3.687 habitantes) vehículos blindados y militares, generadores eléctricos y repuestos que después enviaba a las milicias terroristas en Idlib, según reveló este periódico.
La organización usaba para este cometido la empresa de envío de contenedores Transitaria Ibertrans Service. El padre del administrador de esta firma madrileña fue el presunto patriarca del grupo, F. Kutayni.