Sin el matrimonio heterosexual la misma existencia de la sociedad se vería amenazada»
La próxima semana, miles de escolares de entre 14 y 15 años aprenderán en su clase de Ética que la interrupción del embarazo es un atentado contra la dignidad humana a la altura de “las guerras mundiales, la bomba de Hiroshima o el Holocausto nazi”. Al menos, aquellos que estudien en los colegios católicos privados que elijan el libro de Ética de 4º de ESO, escrito por Ramón Ayllón y Aurelio Fernández para la editorial Casals.
El manual de la asignatura, según narra Joaquina Prados en El País que se imparte durante una o dos horas, en función de la Comunidad Autónoma, tiene como objetivo preparar a los alumnos para “resistir” en unos tiempos difíciles que “han sentado a Dios en el banquillo de los acusados”, y una sociedad que “está amenazada” fuera del matrimonio heterosexual.
Dios existe
El libro se atreve a ir más allá de eufemismo del tipo diseño inteligente. Dios existe. Y “ver a Dios en todas partes y en todas las cosas no es propio de santos, sino simplemente de hombres sensatos". Para defender semejante planteamiento, no dudan en recurrir a explicaciones del tipo: “nada surge de la nada, el universo requiere una inteligencia creadora…”.
El aborto, como el Holocausto
Después de nombrar las guerras mundiales, la bomba de Hiroshima y el holocausto nazi, el libro dice que “El siglo XX ostentará un merecido puesto de honor en las guerras. Pero será tal vez más recordado por otro atentado contra la dignidad humana sin precedentes, que se autojustifica y camufla a la sombra de un singular eufemismo: interrupción del embarazo”. "El aborto es un homicidio, un acto gravemente inmoral" afirma el texto de Casal, por lo que los médicos deben recordar esta máxima deontológica: "Me abstendré de administrar abortivos a las mujeres embarazadas".
Matrimonio y divorcio
Tampoco parece gustarles a los autores el matrimonio homosexual ni el divorcio. Aseguran que la única familia posible está formada por una unión heterosexual. De no ser así, “la misma existencia de la sociedad se vería amenazada". Además, el matrimonio exige un esfuerzo sin límites. "Aún en casos que podrían calificarse como trágicos, el divorcio no elimina la tragedia. La diferencia entre una tragedia sin divorcio y otra con divorcio consiste en que dentro del matrimonio la tragedia puede ser noble y ejemplar".
El camino a las drogas
En el caso fatídico de que el divorcio se consumase, los resultados serían fatales. “La interminable biografía sobre familias desunidas pone de manifiesto que los hijos presentan, en mayor o menor grado y en todos los países, unas secuelas uniformes”, sigue el texto. Además, provoca una “ausencia casi absoluta de valores”, lo que suele llevar a los hijos de los divorciados “al abandono de la escuela, la violencia doméstica y callejera, las drogas y la falta de salud".
La reproducción asistida
Por último, destaca el apartado sobre reproducción asistida: “No es justificable la inseminación artificial de una mujer soltera o viuda. Ni los esposos que no puedan vencer su esterilidad pueden recurrir a ninguna de las técnicas de reproducción asistida”. ¿La razón?: “Es indigno ser tratado como un objeto que se manipula por un extraño en un laboratorio, con la misma técnica de la producción industrial en serie”.