Asóciate
Participa

¿Quieres participar?

Estas son algunas maneras para colaborar con el movimiento laicista:

  1. Difundiendo nuestras campañas.
  2. Asociándote a Europa Laica.
  3. Compartiendo contenido relevante.
  4. Formando parte de la red de observadores.
  5. Colaborando económicamente.

Un experto ve imposible limitar el volumen de las campanas de Urueña

El demandante insiste en el juicio por su tañido en que la intensidad ha pasado de ser «tolerable a insoportable»

El futuro de las campanas de Santa María del Azogue, en Urueña, está ya en manos de la justicia. En concreto en las del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 3, que será quien en unos días despeje dudas sobre si los tañidos del campanario de la villa medieval son o no excesivos.
El demandante, un vecino natural de Madrid que llegó en 2001 a Urueña en busca de «un lugar tranquilo», se mantuvo ayer firme en su postura de exigir que la intensidad de las campanas se reduzca a niveles permitidos. «Antes de que se arreglaran (en el año 2008) el toque era litúrgico y tenían una intensidad tolerable, pero ahora es insoportable», manifestó el demandante, propietario de un estudio de grabación que «sufre» los continuos golpes de campana (da las señales horarias de 9.00 a 22.00 horas, el ángelus a diario y volteos los domingos). El vecino, que ha llevado el caso a los tribunales tras no obtener respuesta a una queja que presentó en el Ayuntamiento, aseguró estar en tratamiento psicológico por ansiedad. De ahí que además de solicitar que se reduzca el nivel de ruido exija una indemnización de 12.000 euros, según precisó su abogado.
Para avalar su postura testificaron un técnico superior en Salud Ambiental, que constató los niveles de ruido en el interior de la vivienda, y dos vecinos de Urueña, entre ellos el conocido etnógrafo Joaquín Díaz, quien también dijo haber comprobado que las campanas se escuchan en el interior del estudio de grabación del demandante. No obstante, a pesar de aseverar que su pretensión es que suenen menos, -«paso mucho tiempo en un despacho en frente del campanario» puntualizó-, el responsable de la Fundación del mismo nombre y propietario además del Museo de las Campanas dejó claro que es un defensor de estos instrumentos tradicionales. «Llevo cuarenta años trabajando en la cultura tradicional, he promocionado conciertos de campanas y hasta he estado a punto de matarme por fotografiar una. Nadie puede decir que estoy en contra de las campanas», añadió ante las críticas vertidas en los últimos días por vecinos de la localidad.
Tras escuchar los testimonios de la parte actora, comenzaron los de la demandada. El primero fue el de la empresa Campanas Quintanas, que en el año 2008 arregló las de Urueña y se encargó de programar su sonido. Su responsable aseguró que actualmente tiene programado el sonido horario entre las 9 y las 22 horas, el ángelus diario con 18 golpes y el volteo de domingos y festivos (3 partes de un minuto y treinta segundos cada una). «Las campanas de Urueña no tocan en exceso, no es el pueblo donde más tocan», consideró. Tras aclarar que ya se había reducido el tiempo de volteo y cambiado las señales horarias de la campana grande a la de menor tamaño, quiso dejar clara la imposibilidad de limitar el volumen del sonido del volteo de los domingos y festivos, uno de los más «molestos», a juicio del vecino demandante.
También el párroco de la localidad, César Pastrana, aportó su testimonio sobre una disputa que ha llevado a varios pueblos a recoger firmas a favor. «Cuando conocí que había una queja por el sonido pregunté en misa y en el bar y me dijeron que a nadie le molestaba», añadió. Eso sí, admitió que antes de 2008 el campanario no funcionaba como reloj. «Quisimos retomar las tradiciones y como había un Museo de Campanas, pues que los turistas vieran cómo sonaban». El último en intervenir fue otro vecino de Urueña que en el año 1949 tocaba el ángelus. «Entonces tocaban más que ahora», concluyó.

Total
0
Shares
Artículos relacionados
Total
0
Share