El antiguo profesor del colegio La Salle Maravillas de Madrid Pedro Antonio Ramos Lominchar, conocido como el ‘Hermano Pedro’, ha aceptado una condena de 130 años de cárcel al reconocer en el juicio que abusó de los menores entre los años 2013 y 2016, pidiendo perdón a las familias, han informado fuentes fiscales. De esta manera y conforme a lo establecido en el artículo 76 del Código Penal, la pena que cumplirá el profesor será de 17 años de privación de libertad.
El docente, que era en la época de los hechos coordinador de Educación Infantil y Primaria en este centro religioso, afrontaba una petición fiscal inicial de 155 años de cárcel por catorce delitos de abuso sexual, cuatro delitos de abusos sexuales a mayores, siete delitos de elaboración de pornografía infantil y otros tres en la modalidad de continuados.
El juicio se ha celebrado a puerta cerrada en la Audiencia de Madrid y tras una media hora ha concluido con un acuerdo de conformidad ratificado por las partes.Solo se ha dejado pasar a la prensa unos minutos para tomar imágenes, momentos en los que el procesado se ha cubierto con una capucha. Tras concluir, ha sido conducido engrilletado hasta los calabozos de estas dependencias judiciales.
Fuentes fiscales han precisado a Europa Press que se le ha rebajado a 137 años al aplicarle varias atenuantes por haber abonado el pago de la indemnización, así como la retirada de la acusación de dos perjudicados mayores de edad.
En la propia sala, el acusado ha querido pedir perdón a las familias y ha reconocido todos los hechos de los que se le acusa. El cumplimiento efectivo serán 17 años de cárcel de los 137 años que se le impondrán en la sentencia.
Cuando sea excarcelado no podrá acercarse a sus víctimas a menos de 500 metros y participará en programas de educación sexual y no trabaje en ámbitos con niños, según constaba en el escrito de la Fiscalía.
En el relato de los hechos, el fiscal indica que los hechos se produjeron entre el 7 de julio de 2013 y el 28 de agosto de 2016, fechas en las que el encausado elaboró pornografía infantil con las imágenes que tomó.
La Fiscalía indica que a partir del verano de 2013 con motivo de un campamento de verano en la localidad de Colado Mediano inició los abusos sexuales, que continuaron en otra actividad del centro que se celebró en Valdemorillo. También constan otros casos de abusos en otras salidas organizadas por el colegio en Granada y Valencia.
El acusado, según el Ministerio Público, realizó tocamientos en los genitales a los alumnos en sus dormitorios (generalmente cuando dormían) y realizaba fotografías con su teléfono móvil.