Este jueves ha arrancado el juicio contra tres activistas procesadas por participar en la procesión del ‘coño insumiso’ el 1 de mayo de 2014. A las puertas del juzgado se han vivido momentos de tensión entre activistas cristianos y feministas.
La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (Apdha) y la Asamblea de Apoyo a las Mujeres Imputadas había convocado una concentración de apoyo a las tres activistas, a la que ha asistido Maria Alyokhina, fundadora del grupo Pussy Riot, entre otros. Frente a esta manifestación también se han congregado simpatizantes de la asociación de Abogados Cristianos con pancartas con el lema ‘Respeta mi fe’.
Tanto en las callas como en el interior del juzgado se han vivido momentos de tensión entre ambos bandos. El momento más álgido se ha producido cuando varias activistas han llegado portando una vagina de plástico. “Ha salido el coño insumiso por primera vez desde hace cinco años”, decía una activista feminista.
Como respuesta, algunos manifestantes se han dirigido a gritos contra ellas, a las que han insultado llamándolas “putas”, “guarras” y “fascistas”, según recoge La Sexta.
El juicio
El Juzgado de lo Penal número 10 de Sevilla enjuicia este jueves a tres mujeresacusadas de procesionar una vagina de plástico de un par de metros de altura a modo de Virgen en la manifestación del 1 de mayo de 2014 convocada por la Confederación General del Trabajo (CGT), conocida como la procesión del ‘coño insumiso’.
El juicio, en el que las tres acusadas, Rocío B.M., Antonia Á.T, y Olga L.C., se enfrentan a una petición de multa de 3.000 euros por parte de la Fiscalía Provincial de Sevilla por un presunto delito contra los sentimientos religioso, ha comenzado a las 12.00 horas.
Inicialmente, el Juzgado de Instrucción número 10 de Sevilla archivó la causa contra estas tres mujeres en junio de 2016 al entender que “no creer en los dogmas de una religión y manifestarlo públicamente entra dentro de la libertad de expresión”, si bien la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, al estimar un recurso de la asociación de Abogados Cristianos, que ejerce la acusación particular, le ordenó reabrir la causa contra las tres investigadas porque la procesión “constituye un escarnio al dogma de la santidad y virginidad de la Virgen María”.
Con respecto a la acusación particular, la representación de Abogados Cristianos señala que las tres encausadas cometieron un presunto delito de odio y un delito contra los sentimientos religiosos, en las que concurren los agravantes de alevosía y odio ideológico, por el que pide para cada una de las procesadas una pena de un año de cárcel y una multa de 3.600 euros.