Iñaki Cenoz, Andrés Valentín, Marisol García y Julio Urdín, miembros de la plataforma.
La Plataforma de Defensa del Patrimonio sospecha que muchas propiedades corresponden a comunales
“La Iglesia no paga ningún impuesto por sus bienes, sean de la naturaleza que sean. La normativa Europea está acercando cada vez más esta cuestión, y es otro de los temas a negociar, que los bienes no destinados al culto tienen que tributar, máxime si en ellos se están realizando actividades económicas por las que obtienen beneficio, aunque esto está por hacer. Y es un problema gravísimo porque no sólo no tributan, tampoco declaran, y los ingresos que perciben son dinero negro: en el Estado hay un paraíso fiscal que se llama Iglesia Católica”. Andrés Valentín es tajante, y claro. Desde la Coordinadora Recuperando, que trata de rescatar esos bienes que al Estado y a Navarra les han sido arrebatados, pone los datos sobre la mesa y las cifras son abrumadoras, a pesar de conformar sólo una parte de la realidad. “En el conjunto del periodo conocido, sólo el 37% de las inmatriculaciones son bienes de culto, lo que significa que 1.560, el 62%, nada tiene que ver con él”.
Después de que el Parlamento de Navarra aprobara en abril de 2018 una resolución promovida por la Plataforma de Defensa del Patrimonio Navarro mediante la que instaba al Gobierno foral a recabar del Colegio de los Registradores de la Propiedad de Navarra las notas simples (o, en su defecto, la relación) de los bienes inmatriculados por la Iglesia Católica, desde 1978 a 2015 y al amparo del artículo 206 de la Ley Hipotecaria, el listado llegó por fin a sus manos el pasado 21 de enero. Al menos con las inmatriculaciones realizadas en la Comunidad Foral antes de 1998.
Tal y como revelaron ayer los miembros del colectivo, según la información que manejan en Navarra pasamos de 1.087 bienes inmatriculados, (datos de los que ya disponían), a más de 2.500 con los nuevos listados. “Si tenemos en cuenta que carecemos de información sobre el periodo de 2008 a 2015, que varias inmatriculaciones reúnen más de un bien (atrio y jardín;casa y huerto parroquial;casa, ermita y atrio) y que los bienes inmatriculados que han sido vendidos no aparecen, los bienes inmatriculados en Navarra superarán los 3.000”.
Denuncian que la información que ofrecen los listados es “deficiente y desigual”, por eso animan a los ayuntamientos a tomar medidas y acudir a los Registros de la Propiedad y a conseguir las notas simples, sin las cuales el conocimiento de las inmatriculaciones es insuficiente: “Si se informa la inmatriculación de un terreno en Allín, de un huerto en Araiz o de una casa en Baztan, difícilmente podremos saber de qué bien se trata”, explicó Valentín.
Proponen, además, un procedimiento legislativo que “anule” todas estas inmatriculaciones, “que desde 1978 son ilegales por inconstitucionalidad sobrevenida”. Las realizadas en ese período (a partir de 1998 el Gobierno de Aznar amplió el privilegio de la Iglesia) representan el 56,8% de las conocidas, por lo que las realizadas en el Estado antes de la reforma “son muy relevantes y, por ello, no deben ignorarse”, valoran. “Y aunque son minoritarias, encontramos inmatriculaciones de bienes dedicados al culto en años en los que estaban expresamente prohibidas por la normativa vigente”.
COMUNALES
Sospechamos que los bienes rústicos inmatriculados puedan ser comunales que, por sus peculiaridades, son inalienables, imprescriptibles e inembargables”. Ese es además otro factor importante, “porque si se tomaran medidas en este sentido esas inmatriculaciones pasarían a ser nulas, y eso es deber de la Administración”, propuso Valentín. En ese sentido, solicitarán una entrevista con la Dirección General de Administración Local para analizar cómo se puede revertir la inmatriculación (“que sospechamos generalizada”) de comunales, y también una nueva comparecencia en el Parlamento foral “para informar de este expolio”.
Piden al Gobierno del Estado que se publique el listado de inmatriculaciones desde 1998 y las notas simples de todas las inmatriculaciones realizadas desde 1946;que se abran espacios de reflexión para analizar cómo se pueden revertir las inmatriculaciones, y explorarán, además, nuevas iniciativas. Se reunirán con la FNMC “para explorar las actuaciones locales que procedan” y demandarán a la Coordinadora Recuperando que reitere las solicitudes de entrevista con la Vicepresidenta del Gobierno y la Ministra de Justicia para analizar esta situación, que viene a sumarse a lo que ya se había detectado en otras provincias. Quieren también promover iniciativas en el Congreso, en parlamentos y ayuntamientos, y convocar movilizaciones ciudadanas “que denuncien este expolio”.
EN CORTO
Las cifras. Con la nueva información, procedente de los datos anteriores a 1998, las inmatriculaciones en Navarra ascenderían a más de 3.000, aunque quedan por conocer los datos de 2008 a 2015 y hay bienes que han sido vendidos y no aparecen en los listados.
Antes de 1998. Antes de 1998 la mitad de las inmatriculaciones son bienes rústicos: campos y tierras de labor, huertos, pastos… Un 43,7%, urbanos: casas (parroquiales o no), edificios, atrios, solares, jardines, locales… Los lugares de culto (ermitas, parroquias, etc.) apenas representan el 5%. “Pero hay que recordar -señaló Valentín-, que en esas fechas estaba expresamente prohibida por la normativa vigente la inmatriculación de lugares dedicados al culto”.
Entre 1998 y 2007. Los lugares de culto concentran casi el 80% de las inmatriculaciones, destacando 658 parroquias y 191 ermitas. “Es obvio que la reforma de Aznar, en 1998, tuvo una profunda repercusión”, valoran desde la plataforma.