La norma salió adelante en la recta final del mandato de Ana González como parte del acuerdo entre PSOE e IU
Un año después de su aprobación inicial en el Pleno municipal el reglamento de laicidad sigue a la espera. Era uno de los puntos del acuerdo de gobierno suscrito en 2019 entre PSOE e Izquierda Unida. Su tramitación se retrasó hasta el final del mandato y ha quedado congelada con el cambio de gobierno.
Las tres fuerzas de la derecha se oponen a la norma, que recibió dos alegaciones que aún no han sido resueltas. Para Luis Fernández, presidente de Asturias Laica, una de los promotoras del reglamento, esta situación de bloqueo puede servir para hacer pedagogía de la necesidad del mismo.
Antes que Gijón, solo un Ayuntamiento, el de Rivas-Vaciamadrid, había aprobado un reglamento que limitase la participación de la corporación municipal en actos religiosos.