A su juicio, deben «criticar desde el punto de vista moral» y dejar a los parlamentarios que aprueben las leyes
La vicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado, ha afirmado hoy que los obispos deberían saber que su lugar es criticar desde un punto de vista moral las actuaciones que les parezcan oportunas, pero también tienen que dejar a los parlamentarios -que son los que representan a los ciudadanos- que aprueben las leyes.
En declaraciones a la COPE, Salgado ha vuelto a insistir en su afirmación del pasado mes de junio sobre que la Iglesia "no sabe cuál es su lugar", después de que los obispos denunciaran que el anteproyecto de ley del aborto es una "fuente envenenada de inmoralidad e injusticia" e instaran a los diputados católicos a rechazarlo con su voto.
Tras señalar que los obispos "absolutamente pueden manifestarse sobre los proyectos de ley del Gobierno", ha comentado que lo que ya no es razonable es "que critiquen a los parlamentarios, a los diputados, por hacer una u otra manifestación".
El "apoyo" de Zapatero
Preguntada por si el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, le escucha cuando ella le sugiere iniciativas, Salgado ha asegurado que del presidente recibe "sugerencias, apoyo", y que él, con su "visión global" tiene en cuenta "opiniones sobre las cuestiones" que ella le plantea.
Según la vicepresidenta, Rodríguez Zapatero "escucha, sabe escuchar, pero el presidente tiene una visión de las cosas, tiene compromisos electorales que cumplir", y "tiene una determinación, que es que este país avance en democracia, derechos y bienestar para los ciudadanos".