La Mandataria participó en la celebración del Día Nacional de las Iglesias Evangélicas y Protestantes, cuyos obispos criticaron la agenda valórica del Gobierno.
COMENTARIO: Curiosa forma de propugnar el Estado laico mientras se vulneran sus principios participando en un acto religioso en el Palacio presidencial. Parece confundirse, una vez más, el pluriconfesionalismo con el Estado laico. Éste propugna, no sólo la libertad de religión, sino la libertad de conciencia, la separación del Estado y su neutralidad frente a cualquier confesión religiosa y la igualdad ante las creencias o convicciones, religiosas o no.
La Presidenta Michelle Bachelet señaló este viernes que la nueva Constitución que pretende impulsar su Gobierno debe garantizar un Estado laico y la libertad de culto en el país, en medio de la celebración del Día Nacional de las Iglesias Evangélicas y Protestantes de Chile.
Durante la ceremonia realizada en el Palacio de La Moneda, la cual se celebra el 31 de octubre pero se adelantó con motivo de la gira presidencial a Alemania y España a partir de mañana, la Mandataria destacó que el camino de la fe evangélica en el país "no ha sido un camino libre de obstáculos, lo sabemos muy bien".
"Para conseguir convertirnos en un Estado laico, pluralista, respetuoso de las diversas creencias, en un marco de igualdad dentro de la Constitución y las leyes, fue necesario derribar muchas barreras", recordó.
Por ello, destacó que "somos una sociedad pluralista, que se ha construido y ha crecido en torno a diversas creencias y formas de fe. Y ésta es una celebración que reconoce la enorme importancia de las Iglesias Evangélicas y Protestantes en nuestro país, junto con avanzar en la igualdad efectiva de la libertad de culto".
En ese contexto, Bachelet adelantó que "Chile es un Estado laico y en una nueva Constitución esto debe estar garantizado, justamente, para que todas las iglesias y sus fieles puedan ejercer sus cultos libremente y en igualdad de condiciones".
"La fe se puede vivir y expresar de distintas maneras, y esa diversidad enriquece al país y enriquece la vida de los chilenas y chilenas. Esa es la principal razón por el cual el Estado debe dar cabida a todas las manifestaciones de fe y de culto", agregó.
Críticas de los obispos
Durante el encuentro, pese a los gestos de agradecimiento a la Presidenta por impulsar iniciativas en favor del mundo evangélico, los obispos criticaron la agenda valórica que impulsa el Ejecutivo, la cual ha cobrado relevancia estos días con la aprobación del Acuerdo de Vida en Pareja (AVP) y la publicación de un cuento sobre una pareja homosexual para niños, patrocinado por la Junji.
Al respecto, el presidente de la Mesa Ampliada de la Unión Nacional Evangélica, obispo Emiliano Soto, comentó a Emol que la crítica apuntaba al hecho de que "a un niño de 3 o 4 años se violenta su forma de pensar, su desarrollo y específicamente el hecho de tomar conciencia de su propia realidad sexual".
"Ahí hay un adelantamiento de la Junji de asumir una decisión que me parece que hay que revisarla. Se violenta a un niño de 3 o 4 años de cambiarle su estructura mental y entender el valor del matrimonio entre un hombre y una mujer y de ser familia, para qué apurar a un niño en esas ideas", cuestionó.
Asimismo, lamentó que su postura no sea escuchada y que este tema "nunca ha sido conversado ni analizado" con el Gobierno. "No está esta posibilidad de conversar con la autoridad, por eso tenemos esta instancia para decir lo que pensamos", indicó.
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