La ceremonia de acogimiento la llevará a cabo el próximo domingo la concejal del PSPV, Silvia Fornés Ferrer
Pedreguer celebrará el próximo domingo, día 15 de noviembre, el primer bautizo civil de la comarca de la Marina Alta.
El protagonista es Carles Ferrer Pons, un pequeño que va a cumplir un año el mismo domingo.
Sus padres, Sunsi Pons y Toni Ferrer, se casaron por lo civil y no son muy partidarios de que su hijo sea bautizado por la iglesia por lo que han optado por llevar a cabo una ceremonia de acogimiento civil.
«Ha sido todo un cúmulo de casualidades», comentó ayer la madre del niño. «El domingo es su cumpleaños y animados por una familiar decidimos aprovechar esta celebración y realizar el bautizo civil acompañados de nuestros familiares y amigos», dijo.
Así, los padrinos de este acto serán Teresa Costa Pérez y Mercé Ferrer Mengual, y la encargada de celebrarlo, Silvia Fornés Ferrer, concejal socialista del Ayuntamiento de Pedreguer. Fornés mostró ayer su satisfacción por haber sido elegida para desempeñar este cargo en el que será el primer bautismo civil celebrado en la comarca.
La familia, entre cuyos miembros está el cantautor de Pedreguer, Lluis El Sifoner, ya lo tiene todo preparado para la ceremonia de acogimiento civil que se desarrollará, el domingo, a partir de las 18 horas, en Salons Marian de la localidad de Ondara.
Durante el desarrollo de la misma, según comentó Sunsi Pons, sonarán canciones tradicionales valencianas con dolçaina i tabalet y música clásica. Además, se recitarán poesías y otros textos dedicados al pequeño. Posteriormente se ofrecerá una merienda a todos los presentes.
La ceremonia no constará como tal porque el Consistorio de Pedreguer carece de un libro de registro de este tipo de actos.
El denominado bautizo civil tiene por objetivo recibir en sociedad a los pequeños y pequeñas y recordar los derechos que las instituciones democráticas les conceden.
Se trata de un acto de características y valores universales y está basado en los Derechos de los Niños, sin distinción ideológica, de raza, sexo, ni de pensamiento religioso o laico.
Según la familia, «estamos ante un acto sin exclusiones en el que caben todos los miembros de la sociedad civil, sea cual sea su forma de pensar. Es una ceremonia específica que nada tiene que ver ni con la inscripción en el Registro Civil ni con el bautizo, y es compatible con ambas».
El primer acto parecido al que se hará en Pedreguer, fue en Estrasburgo el 13 de julio de 1790. Durante la Revolución Francesa proliferaron estas celebraciones, hasta que se instituyó en 1792, como símbolo de la separación de poderes de la Iglesia y el Estado.