El pasado 1 de julio, las fuerzas de seguridad nigerianas rescataron a 77 personas –incluyendo 26 menores– retenidas en el sótano de una iglesia evangélica en Nigeria bajo la promesa de “la segunda venida de Jesús” en un caso de “presunto secuestro”, confirmaron a Efe fuentes de la Policía del estado de Ondo (suroeste).
“Irrumpimos en una iglesia clandestina la noche del viernes y rescatamos a 77 personas, incluyendo 26 menores que aseguraban estar confinados esperando la segunda venida de Jesús”, dijo a Efe por teléfono la portavoz de la Policía en Ondo, Funmilayo Odunlami, ayer, 3 de julio.
En la espera del “rapto”
Según la portavoz, “la mayoría de las víctimas habían estado en la iglesia desde enero. Algunas abandonaron sus negocios y otras sus estudios”. Algunos vecinos le dijeron a The Associated Press que algunos miembros de la iglesia Whole Bible Believer estaban allí desde el año pasado.
“Incluso después de abril, cuando se les dijo que ocurriría el rapto [concepto teológico que hace referencia a la ascensión de todos los creyentes al cielo y el retorno de Jesucristo], se mantenían en la iglesia”, detalló Odunlami.En este sentido, algunos de los afectados aseguraron a medios locales que no se quedaron a la fuerza sino por voluntad propia, mientras el padre de unos de los menores rescatados señaló que su hijo insistió en acampar en el templo después de que él decidiera dejar de asistir a sus servicios religiosos porque “sus enseñanzas bíblicas eran incorrectas”.
El pastor de la “iglesia”, llamado David Anifowoshe, fue arrestado junto con varios de sus subordinados y se encuentra actualmente bajo custodia policial a la espera de que se complete la investigación y se presenten cargos contra él, señaló la Policía. La mayoría de los afectados se encuentran ya reunidos con sus familias, añadió Odunlami.
El pastor asistente –que, según AP, también está bajo custodia junto con el líder– asegura que les dijo a los adeptos lo que el Señor le dijo: que debían obedecer a sus padres en el nombre del Señor, según ha revelado la portavoz policial.
Así se descubrió
Una mujer dio la alarma sobre un posible secuestro que involucraba a la “iglesia” de Ondo, diciendo que a su hija no se le permitió inscribirse para sus exámenes, según dijeron los lugareños. Otros residentes tenían quejas sobre la secta, pero no sabían lo que estaba sucediendo dentro.
“Hacen servicios todo el día y la gente rara vez duerme cuando hacen sus vigilias”, dijo Tunde Valentino, que vive cerca. El pasado 28 de junio fue cuando “vino una mujer diciendo que no le entregaban a sus dos hijos”.
Cuando las autoridades locales fueron allí, algunos miembros de la secta se resistieron a sus posibles rescatadores y se negaron a ir, maldiciendo a los padres que también llegaron, según Valentino.
Famakinwa Lucaskakaki, presidente de un grupo local de jóvenes, dijo que durante el interrogatorio, los miembros de la “iglesia” insistieron en que ellos mismos entraron en el sótano después del servicio dominical. Algunos de ellos dijeron que estaban allí desde agosto y otros desde enero, dijo.