En Madrid se han manifestado unas 250.000 personas según los convocantes y se ha leído un manifiesto contra el intento de convertir en «mercancía» la ensañanza
Miles de personas convocadas por la Plataforma Estatal por la Escuela Pública -250.000, según los organizadores y 12.000 según la Policía- han clamado en Madrid contra el proyecto de Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), los recortes y exigen la dimisión del ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert. Bajo el lema ‘No a la LOMCE. No a los recortes. No a las contrarreformas educativas’, padres, alumnos y docentes han recorrido durante una hora el centro de la capital, desde la Plaza de Neptuno hasta Sevilla, donde se ha instalado un escenario para que los representantes de la Plataforma leyeran el manifiesto.
Gitros de “Wert dimisión”
La gran mayoría de los convocados se han quedado parados frente al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte para dirigir una sonora pitada al ministro y pedir su dimisión. Varias pancartas, además de la de la cabecera, han dividido en tramos el recorrido, como la del Sindicato de Estudiantes en la que se leía ‘No a la contrarreforma franquista. Becas sí, tasas no. Wert dimisión’, o ‘Trabajadores de los centros sostenidos con fondos públicos. Contra la LOMCE y los recortes’, entre otras. La marcha se ha desarrollado sin incidentes, aunque TVE apunta que se han producidos “carreras” de manifestantes frente al ministerio sin concretar.
Manifiesto para alertar de que la Educación no es “mercancía”
En un manifiesto leído en Madrid, la convocante Plataforma Estatal por la Escuela Pública ha denunciado que convertir la educación en “mercancía” y “privatizar todo lo público” es propio de una sociedad “enferma y sin futuro”, abocada a un “suicidio colectivo”.
Miles de personas en Oviedo, Valencia, Zaragoza…
Las manifestaciones se han desarrollado en todas las capitales de España. En Oviedo, padres con niños pequeños, jóvenes estudiantes y profesores han marchado por el centro con pancartas con el lema “En defensa de la educación pública” y al grito de “sí se puede” para animar la movilización contra una Ley que han calificado de “regresiva” y “segregadora”. Han sido 10.000 según la Policía Nacional y 40.000 según los convocantes.
Cabecera de la manifestación de estudiantes celebrada esta tarde en Madrid, contra la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) y contra los recortes en educación / EFE
Miles de españoles claman en la calle contra la ley Wert y los recortes en Educación
EL HUFFINGTON POST
No a la reforma educativa y los recortes. Este es el mensaje que han lanzado centenares de miles de estudiantes y profesores de toda España en la tercera jornada de huelga con motivo de la tramitación de la ley orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (Lomce), conocida también como la ley Wert.
Por segunda vez este año, la Plataforma Estatal por la Escuela Pública había hecho una llamada a docentes, familias y alumnos para "paralizar" la enseñanza desde infantil hasta la Universidad. Esta era la tercera jornada de lucha esta semana, tras dos días de paros convocados por el Sindicato de Estudiantes.
La manifestación más multitudinaria ha tenido lugar por la tarde en las calles de Madrid. Unas 250.000 personas, según los organizadores, han mostrado su rechazo en la capital a esta norma y han exigido la dimisión del ministro Wert.
Bajo el lema "No a la LOMCE. No a los recortes. No a las contrarreformas educativas", padres, alumnos y docentes han recorrido durante una hora el centro de la capital, desde la Plaza de Neptuno hasta las inmediaciones de la Puerta del Sol, donde se ha instalado un escenario para que los representantes de la Plataforma leyeran el manifiesto.
No obstante, la gran mayoría de los convocados se han quedado parados frente al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte para dirigir una sonora pitada al ministro y pedir su dimisión.
"NO A LA CONTRARREFORMA FRANQUISTA"
"¿Donde está Wert?", "Fuera", "Dimisión", "Menos policía, más educación" y "¡Qué salga el ladrón!" son algunas de las consignas que han esgrimido los manifestantes convocados por la Plataforma Estatal por la Escuela Pública como colofón a la jornada de huelga.
Varias pancartas, además de la de la cabecera, han dividido en tramos el recorrido, como la del Sindicato de Estudiantes en la que se leía 'No a la contrarreforma franquista. Becas sí, tasas no. Wert dimisión', o 'Trabajadores de los centros sostenidos con fondos públicos. Contra la LOMCE y los recortes', entre otras.
Una banda de música procedente de Vallecas, camisetas verdes reivindicativas de la escuela pública, pitos, carteles contra los recortes y la LOMCE y hasta un chorizo de dos metros de largo, fabricado con tela roja, y portado como un dragón chino, han protagonizado la marcha que, hasta la llegada al Ministerio de Educación, ha discurrido de forma festiva.
PROTESTAS EN TODA ESPAÑA
La cara más visible de esta jornada ha estado en las manifestaciones que han recorrido las calles de numerosas ciudades, desde Sevilla y todas las capitales andaluzas, a Zaragoza, Valencia, Oviedo, Santiago, Zamora, Soria o Barcelona.
En la capital catalana, miles de personas (170.000 según CCOO y 30.000 según la Guardia Urbana) han recorrido en un ambiente festivo el centro de la ciudad, desde la plaza Universitat hasta el Pla de Palau, donde se ha disuelto el grueso de la protesta, cuya cabecera fue tomada por jóvenes que se adelantaron a la pancarta pactada por los sindicatos y otras asociaciones educativas.
Padres con niños pequeños, jóvenes estudiantes y profesores han marchado por el centro de Oviedo con pancartas con el lema 'En defensa de la educación pública' y al grito de "sí se puede" para animar la movilización contra una ley que han calificado de "regresiva" y "segregadora". Han sido 10.000 según la Policía Nacional y 40.000 según los convocantes.
La jornada ha transcurrido sin graves incidentes, entre ellos el ocurrido en Valencia, cuando un grupo de encapuchados ha entrado en un aula de la Universidad Politécnica de Valencia donde se realizaba un examen, y en Zaragoza, cuando el rector de la Universidad pidió presencia policial porque un piquete impedía el acceso a las instalaciones académicas.
En Mérida, las cinco personas que esta madrugada han sido detenidas por dañar las puertas de más de 15 centros para impedir su acceso en la jornada de huelga de la educación han quedado en libertad con cargos por la tarde.
EL GOBIERNO: LA HUELGA HA SIDO UN "FRACASO"
La secretaria de Estado de Educación, FP y Universidades, Montserrat Gomendio, ha resaltado que la huelga general educativa de este jueves ha sido un "fracaso", ya que la han secundado un 20,76% de los docentes, y ha invitado a los sindicatos convocantes a un diálogo "real y abierto" con el Ministerio.
En un vídeocomunicado, Gomendio ha agradecido "mucho" a los padres, profesores y alumnos que no la hayan secundado ni hayan respondido a una serie de lemas "demagógicos, simplistas y en muchos casos ofensivos", que no tienen "nada que ver" con la propuesta de reforma educativa del Ministerio. Gomendio ha basado los datos en la información aportada por las comunidades a media jornada.
"Invitamos a todos los sindicatos que han convocado esta huelga a venir al Ministerio -ha subrayado- y a participar en un diálogo real y abierto, y que nos hagan propuestas reales y razonadas sobre la base de la propuesta que este Ministerio ha presentado".
UN "ÉXITO ROTUNDO" PARA LOS SINDICATOS
Los sindicatos CCOO, UGT y STES han considerado, en cambio, un "éxito rotundo" la movilización, con un 83% de paro en la enseñanza pública no universitaria y del 91% en la superior. Según USO y ANPE, el seguimiento medio entre todos los niveles ha sido del 70%.
En la privada concertada, la huelga ha sido apoyada por entre el 30 y el 35% de los trabajadores, según los sindicatos, aunque la patronal Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE) considera que la repercusión es prácticamente nula.
Alumnos y padres tiran de la huelga
El País
Los padres y los alumnos tiraron ayer de una gran movilización educativa contra las políticas del ministro José Ignacio Wert, la tercera que sufre en el tiempo que lleva a la cabeza del departamento. Estaban llamados a la huelga general docentes, familias y estudiantes de todas las etapas, de infantil a la Universidad, contra los recortes en educación (de más de 6.400 millones desde 2010) y la conocida como ley Wert. Los convocantes la ven como un ataque a la escuela pública y a la igualdad de oportunidades, aunque el Gobierno lo niegue una y otra vez. Los docentes de la concertada también estaban convocados.
El impacto en las aulas fue evidente. La situación se repetía en la mayoría de los colegios e institutos públicos que visitó este diario en diferentes puntos de España: un seguimiento muy alto del alumnado (atribuible a los padres en las edades más tempranas), aunque el del profesorado pudiese variar mucho, desde la nada a un tercio de la plantilla o la práctica totalidad. Había también algún colegio, por supuesto, en que apenas se notó la ausencia de unos ni de otros. En la Universidad, también fueron los alumnos los que llevaron el peso de una protesta que, en el caso de los estudiantes, empezó el pasado martes y ha ido en aumento. Por ejemplo, en la Universidad de Valencia se suspendieron entre el 50% y el 90% de las clases (dependiendo de las facultades). En los principales campus de Madrid y Andalucía el seguimiento fue muy alto, según las universidades, y en los de Cataluña, irregular.
Miles de personas se manifestaron en toda España durante todo el día: Oviedo, Valencia, Alicante, Sevilla, Granada, A Coruña, Pamplona… En Barcelona fueron entre 30.000 (según la policía) y 170.000 (los convocantes). En Madrid, la marcha se detuvo ante el Ministerio de Educación para pedir la dimisión de Wert.
La jornada tuvo momentos de tensión —con cargas policiales al final de la manifestación en Madrid, contenedores quemados en Valencia o algunos piquetes que impedían el paso a profesores en la Autónoma de Madrid—, pero también sus momentos lúdicos, como el cumpleaños feliz que le cantaron en una plaza madrileña a Wert, quien había calificado anteriores protestas contra su política como fiestas “de cumpleaños”.
Ayer se pudo ver a universitarios enfadados por el endurecimiento de los requisitos para conseguir una beca o por el aumento de precio de las matrículas. A padres que se disculpaban por llevar a sus hijos a clase —“Es que trabajamos y no tenemos con quién dejarla”, decía Luisa, una madre de Madrid—; a abuelos cuidando de los nietos en la puerta de un centro de mayores, y también a padres enfadados por la huelga. A docentes convencidos de la necesidad del paro y a otros que, aun creyendo en los motivos, lo inútil. “Con toda la movilización que ya hubo sin lograr ni un cambio, ahora que la ley [LOMCE] está aprobada, ya no se va a conseguir nada”, dijo el director del colegio Eusebio da Garda de A Coruña, Manuel Naveira.
Aunque se pueden resumir en los recortes y la reforma (recién aprobada en el Congreso), un amplio espectro de sectores de la comunidad escolar (más que nunca, al convocar también huelga el sindicato FSIE, mayoritario en la concertada, y ANPE) encuentra razones para la protesta, a veces solapadas, a veces incluso contrapuestas, o dirigidas también contra esta o aquella comunidad autónoma, pero siempre unidas en el rechazo al tijeretazo presupuestario y en la acusación al ministerio de falta de diálogo.
Solo el PP apoyó con sus votos la aprobación el pasado 10 de octubre en el Congreso de los Diputados de la LOMCE. Buena parte de la oposición (todos los grupos menos Foro Asturias, UPN y UPyD) se ha comprometido a derogar la ley en cuanto sumen una mayoría suficiente para hacerlo. El sindicato conservador ANPE pidió ayer “aplazar el trámite parlamentario para buscar un acuerdo y consenso mínimos”. La ley tiene que pasar ahora por el Senado y, si se cambia algún punto, volver al Congreso para su aprobación definitiva.
La Plataforma en Defensa de la Escuela Pública —formada por la principal asociación de padres, CEAPA, el sindicato de Estudiantes, FAEST, CC OO, FETE-UGT y STES— ha hecho una consulta ciudadana contra la ley Wert que ya ha reunido un millón de firmas. Y ha planteado movilizaciones de protesta que culminarán en las próximas semanas con una marcha por la educación en Madrid.
De momento, la huelga de ayer sufrió la habitual guerra de cifras. El Ministerio de Educación sumó su repercusión en la escuela públicas, la concertada y la Universidad, y cifró el seguimiento en un 20,76% del profesorado. El departamento que dirige Wert no dio información desagregada a pesar de las peticiones de este diario, pero de alguna manera reconoce con su cifra un mayor impacto que en la anterior huelga general de mayo. Entonces, sin contar a la enseñanza concertada que baja la media por un menor apoyo, el ministerio dijo que el seguimiento no alcanzó el 20%.
Por su parte, los sindicatos lo dieron por separado: 83% en los colegios e institutos públicos, 91% en la Universidad (en mayo hablaron de alrededor de un 72%) y 35% en la privada subvencionada. El sindicato ANPE, que también convocaba, habló de un 70% en la pública no universitaria. Escuelas Católicas, patronal mayoritaria de los centros privados subvencionados, dio un seguimiento del 10%.
Sobre el alumnado, las cifras van desde el 13,18% que ofreció el Gobierno de Castilla y León (solo cuentan desde tercero de ESO, porque antes los niños no tienen reconocido el derecho a huelga), hasta el 80% que dio el de Canarias y el 90% de la Junta de Andalucía. En Baleares, donde los docentes recibieron el inicio de curso con tres semanas de huelga contra los recortes y el decreto de trilingüismo que reduce horas de catalán en clase, hubo un seguimiento en torno al 70%, según los sindicatos, y del 25,9%, según la consejería.
La secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio, tildó de “fracaso” la huelga e invitó a todos los sindicatos a un diálogo “real y abierto” con su ministerio. Aprovechó además su alocución para dar las gracias a los padres, profesores y alumnos que no secundaron el paro ni respondieron a una serie de lemas “demagógicos, simplistas y en muchos casos ofensivos” que no tienen “nada que ver” con la propuesta de reforma del ministerio.
“Las familias hemos vuelto a vaciar las aulas. No vamos a aceptar los recortes ni una ley que rechaza toda la sociedad menos el Gobierno. Y nos negamos a tener de interlocutor al ministro. Que haga las maletas y se vaya”, contestó José Luis Pazos, portavoz de CEAPA. Francisco García, secretario general de la Federación de Enseñanza de CC OO, no quiso quedarse atrás: “Nos sentaremos si hay un compromiso de revertir la ley. Están encastillados y mirando hacia otro lado para no ver la respuesta de la sociedad”. Y en la misma línea se ha manifestado Carlos López Cortiñas, secretario de FETE-UGT: “Han decidido provocarnos ahora a través de la secretaria de Estado. Hoy se han cumplido dos hitos: que llamase a la huelga todo el sector educativo y que el 35% de los profesores de la concertada la secundara”.
Archivos de imagen relacionados