La colectiva Católicas por el Derecho a Decidir presentó un decálogo por la laicidad en el marco del presente proceso electoral,
La colectiva Católicas por el Derecho a Decidir presentó un decálogo por la laicidad en el marco del presente proceso electoral, de forma que la actuación política de candidatos y candidatas se realice bajo los principios de la ética laica.
Representantes de diferentes colectivas feministas comentaron percibir que algunas candidaturas son favorecidas por agendas conservadoras y actores religiosos que buscan imponer una agenda política.
“En el marco del contexto electoral 2024, consideramos indispensable reafirmar el respeto del Estado; este principio se garantiza en el artículo 40 de la Constitución política federal, pero también en el artículo 2 de la Constitución del Estado de Puebla. Es importante señalar que implica la separación entre lo político y lo religioso, sin embargo, a pesar de nuestro marco normativo presenciamos una constante injerencia religiosa en el ámbito público y político”, comentó una activista.
Las activistas indicaron que es indispensable vigilar la protección del estado laico y la actuación de los diversos actores políticos, para que se atienda a la pluralidad y no solo a intereses religiosos, sobre todo en el tema del derecho del aborto.
Cabe señalar que el decálogo va dirigido a candidaturas, funcionarios públicos y ministros de culto; este destaca que las personas candidatas deben evitar participar en ceremonias de consagración, así como hacer uso de espacios y recursos públicos para llevar a cabo ceremonias o ritos religiosos.
También que deben abstenerse de emitir discursos o propaganda a favor de elementos o símbolos religiosos; además, que los ministros eviten asociarse con fines políticos o realizar proselitismo a favor o en contra de algún candidato.
Por otro lado, a nivel nacional, Católicas por el Derecho a Decidir realizó una encuesta de opinión sobre religión, política y sexualidad. Los resultados revelaron que siete de cada 10 personas están en desacuerdo con que líderes religiosos llamen a votar a favor o en contra de un candidato o partido político.
Mientras que menos del 30% de la población mexicana considera que las decisiones políticas del aborto deben ser tomadas con base en creencias religiosas.