No me acuerdo muy bien porque era joven y porque tengo una increíble capacidad para olvidar las cosas malas pero…me parece que Mayor Oreja fue ministro ¿no? Pues como ahora se descuelga con que está de acuerdo en que aborto y violación a menores son el mismo tipo de aberración, parece claro que, si por él hubiera sido, hubiera despenalizado la violación de menores. Lo digo porque lo otro no lo hizo. Como ministro no se planteó siquiera tocar la ley aprobada por el PSOE y que despenalizaba el aborto en algunos casos; la ley con la que hemos venido abortando hasta ahora en este país.
Estamos confundidos todos y todas. La Iglesia ha emprendido una campaña sutil, como todas las suyas, para despenalizar la violación, especialmente a los menores y para evitar así tener que pagar los miles de millones que les están cayendo en indemnizaciones a niños violados por curas en todo el mundo. Como se les está yendo una pasta, han debido pensar: “Aprovechemos esto del aborto y que nos salgan gratis las violaciones”. Es de suponer que las finanzas vaticanas estén notando la crisis.
Para apoyar esta campaña, un poco confusa como aquella del lince todo hay que decirlo, el redactor jefe de Alfa y Omega ya ha dicho que si disociamos sexo y procreación, la violación pasa a ser una especie de divertimento obligado. Ahí está: el sexo de sacerdote con niño no procrea y por tanto ha pasado a ser totalmente banalizado, es decir, que se hace por pura juerga. Para la inmensa mayoría el sexo es diversión, sólo que pensamos, y en eso nos distinguimos de los curas, que la diversión tiene que incluir a todos y a todas los participantes en la juerga. Si no nos divertimos todos, todas, la cosa deja de ser graciosa. Y ahí parece estar el problema, que sus prácticas sexuales parecen divertir sólo a los curas, pero destrozan a los niños que cuando crecen, piden ser resarcidos. De ahí la nueva estrategia de la Iglesia: que los abusos no sean delito. Lo que a los curas les gustaría es que los niños no armaran tanto escándalo al crecer. Total, por un poco de divertimento obligado…
Puede que haya gente que piense que esto que digo es fuerte y exagerado, pero ¿acaso no es fuerte comparar la violación con un “divertimento obligado? Estoy más que harta de que esta asociación tenga bula para decir cosas que si las dijera cualquier otro particular u asociación se le caería el pelo y algunas cosas más. No es admisible que en un país democrático una asociación privada y antidemocrática tenga este tipo de poder; que pueda poner contra las cuerdas a un gobierno y así, a toda la ciudadanía. Pero ¿esto qué es? ¿Cómo es posible que no exista un solo gobierno lo suficientemente valiente como para romper los acuerdos con el Vaticano y poner a la Iglesia en el sitio que le corresponde? Y nosotras, ¿por qué no empezamos a tener en cuenta eso a la hora de votar? Es terrible tener que escuchar que Sarkozy nos diga que “esto en Francia sería impensable” Tiene razón, sería impensable. ¿Por qué tenemos que aguantarlo aquí? El trato preferencial o privilegiado, injusto y antidemocrático, en realidad, que se da a la Iglesia resulta humillante para una ciudadanía libre. Empecemos a plantearlo así, a ver si alguien se da por enterado.
Estoy convencida de que un enfrentamiento frontal y de una vez con la Iglesia Católica, que ponga a ésta en su lugar y a las instituciones y a la ciudadanía en el suyo, no le quitaría un solo voto al PSOE. La gente está ya más que harta, las mujeres estamos aun más hartas, todo demócrata tiene que estar harto ya de estos señores y de quienes se lo consienten y nos hacen a todos y a todas rehenes de su intolerancia, de su fundamentalismo y de su inhumanidad.
Y por cierto, ¿alguien podría explicar lo que puede suponerle a una chica de 16 años que no quiere ni puede tener un hijo ser obligada a tenerlo por unos padres, digamos, del Foro de la Familia? La violencia que eso significaría contra su autonomía, su libertad; el trauma psicológico de ser obligada a ser madre sin quererlo; las consecuencias para ella y para el niño no querido, consecuencias que durarían de por vida. Esta situación se dará pocas veces, afortunadamente, porque las estadísticas demuestran que los padres/madres puestos en esa tesitura ayudan a sus hijas a abortar y no al contrario, incluso en caso de padres/madres antiabortistas de principio. Pero la ley tiene que procurar que ninguna niña sufra la violación de ser obligada a ser madre sin desearlo.
La ley del aborto se le ha ido al Gobierno de las manos. Han hecho una ley más restrictiva que la que había y parece que han roto los moldes de la permisividad; no han sabido explicar lo de las menores, no han sabido plantear el aborto como un derecho de las mujeres unánimemente reconocido en nuestro entorno e indiscutido, un derecho que es fruto de la larga lucha de las mujeres por el derecho a sus cuerpos; han dejado que la derecha más rancia y la Iglesia imponga su visión e impongan también sus explicaciones en los medios. La discusión política sobre el aborto está siendo un disparate en donde no se discute lo que está en juego y lo que se discute es mentira. Lo único que ha ocurrido que puede beneficiar al Gobierno es que la derecha ha vuelto a dar miedo. Es lo que tienen, que en cuanto se les calienta la boca nos muestran su verdadera cara, y ésta es terrible y no es que dé miedo, es que da terror. Mayor Oreja me dio miedo en el debate del lunes. Quizá el PSOE no se le merezca, pero los demás no nos merecemos que Mayor Oreja goce siquiera de una oportunidad de ir por ahí defendiendo a lo que él llama las familias “normales”. Aquí el que no es normal es él, es un enfermo de odio.
Beatriz Gimeno es escritora y ex presidenta de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales
