Los manifestantes, que convergieron hacia varias mezquitas de la ciudad, pedían a gritos en uno de sus lemas que se "castigue con balas a aquéllos que insulten al profeta" y denunciaban el veredicto del tribunal por considerar que había sido demasiado clemente.
Gillian Gibbons, de 54 años, originaria de Liverpool, norte de Inglaterra, fue condenada el jueves por la noche a 15 días de prisión y a ser expulsada del país. Estaba acusada de haber dejado que sus alumnos de seis y siete años llamaran Mahoma a un oso de peluche a pesar de que el islam prohíbe la representación de su profeta.
En virtud del artículo 125 del código penal sudanés se exponía a ser condenada a seis meses de cárcel, a recibir 40 latigazos y al pago de una multa. La manifestación fue convocada por el Comité de los Ulemas de Sudán y otra asociación religiosa, Los partidarios del Profeta.
Algunos imanes incitaron a los fieles a manifestarse en la calle Qasr, frente al palacio presidencial, en el centro de Jartum. Uno de ellos, el jeque Hussein Mubarak, que oficiaba la oración del viernes en la mezquita Al Safa del barrio Jarif, en el este de la capital, denunció a "aquéllos que pretenden defender la democracia y los derechos humanos e insultan al profeta".