Los republicanos de la Cámara de Representantes del Congreso estadounidense -y en particular, el presidente Paul Ryan- han forzado la dimisión del capellán de la misma, el jesuita Patrick Conroy. Fuentes en Washington han asegurado que la renuncia se debe a dos factores: por un lado, que Conroy se alineó con los demócratas de la Cámara y por otro, que causó revuelo entre los republicanos más conservadores al invitar a un imán a rezar con los representantes.
Según informa el portal The Hill, Conroy comunicó su dimisión en una carta a Ryan el pasado 15 de abril. «Tal y como usted pidió, por la presente ofrezco mi renuncia como el 60 capellán de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos», escribió el jesuita, quien había servido desde 2011.
Esta petición ya cumplida del presidente católico de la Cámara, según ha apuntado una fuente demócrata a The Hill, obedece a que Conroy ofreció una oración en la Cámara el pasado 6 de noviembre -en pleno debate sobre los presupuestos que había presentado el partido republicano- en la que instó a los políticos a no exacerbar las crecientes brechas de clase que ya están empezando a instalarse en el país.
«Que todos los miembros [de la Cámara] tengan en mente que las instituciones y estructuras de nuestra gran nación garantizan las oportunidades que han dejado a algunos tener un gran éxito, mientras otros siguen teniendo problemas«, rezó Conroy. «Que sus esfuerzos [los de los representantes] estos días garanticen que no haya ganadores y perdedores con las nuevas leyes fiscales, sino beneficios iguales y compartidos por todos los estadounidenses».
Pero aparte de esta supuesta parcialidad, otra fuente demócrata ha sugerido que la salida de Conroy obedece a que el capellán invitó en noviembre 2017 al imán Abdullah Antepli a conducir las oraciones que al inicio de cada día de trabajo se ofrecen en la Cámara de Representantes. «A algunos de los republicanos evangélicos más conservadores no les gustó que [Conroy] invitara a una persona musulmana a ofrecer la oración inicial», dijo esta fuente.
Sea cual fuera la razón última de la dimisión del jesuita, The Hill informa que el suceso ha causado una «gran ira» no solo entre los demócratas sino también entre algunos republicanos. El último día de trabajo para Conroy será el próximo 24 de mayo, fecha para la cual un comité formado por tres pastores evangélicos republicanos ya habrá fichado a un nuevo capellán.