Asóciate
Participa

¿Quieres participar?

Estas son algunas maneras para colaborar con el movimiento laicista:

  1. Difundiendo nuestras campañas.
  2. Asociándote a Europa Laica.
  3. Compartiendo contenido relevante.
  4. Formando parte de la red de observadores.
  5. Colaborando económicamente.

Los obispos andaluces entran en campaña electoral insultando al pueblo andaluz y reproduciendo el discurso del capital

Los obispos han entrado en la campaña electoral de los comicios autonómicos con la exposición de una serie de criterios que afectan a las cuestiones más polémicas en el plano moral. La sutil fórmula que la Iglesia usa desde hace tiempo para pedir el voto al PP. Aunque esta vez, van más allá…

Así, los prelados de las diócesis andaluzas han llamado a los votantes sobre a defender y preservar los matrimonios entre el hombre y la mujer, rechazando de forma implícita los de personas del mismo sexo, y muestran su rechazo al aborto y a la eutanasia, denuncian la corrupción y advierten sobre la "cultura de las subvenciones y las dádivas", en un razonamiento insólito que no solo reproduce lo peor del pensamiento xenófobo antiandaluz, sino que va en plena sintonía con el discurso de la patronal en los últimos tiempos.

Los obispos se dirigen no sólo a los católicos sino a todos aquellos que quieran escucharles, y antes incluso de que se abra la campaña electoral marcan el territorio. Es la sutil fórmula con la que la franquista Iglesia española viene solicitando el voto desde hace tiempo en diversas convocatorias electorales para el partido heredero de la ideología y el nacional/catolicismo franquista, es decir, el PP.

En un documento presentado bajo el título “Ante las elecciones al Parlamento andaluz”, los prelados tratan de influenciar con su declaración la intención de voto de los andaluces y andaluzas, y sumar así sus fuerzas para que el PP pueda llegar a gobernar la Junta. 

Descendiendo al plano social, los obispos consideran que para la consecución de estos objetivos es necesaria la “promoción del trabajo y de la vivienda, así como la puesta en práctica de un programa de inserción laboral de los jóvenes en la sociedad, de especial urgencia en la situación social actual de crisis económica”. Todo palabrería barata, de una institución que no duda en poner en la calle a inmigrantes, enfermos de SIDA o lo que haga falta cuando estos osan no pagar el precio acordado por el alquiler de sus locales en propiedad.

Pero, por encima de todo, una vez ya estamos acostumbrados a la complicidad de la Iglesia con el nacional/catolicismo del PP, y las monsergas idotizantes sobre aborto, matrimonio gay y eutanasia son repetidas elección tras elección por estos señores de sotana y alzacuellos que viven entre riquezas mientras el pueblo sufre cada día el drama del paro y un aumento sin freno de la pobreza,  lo que más llama la atención esta vez es su crítica a "la cultura de la subvención y la dádiva", vinculando así tal "cultura" con el pueblo andaluz, y convirtiendo de facto su discurso en un discurso xenófobo, por otro lado tradicional, que recoge lo más rancio de la tradición nacional/católica respecto de lo andaluz, y que va en plena sintonía con el discurso esgrimido desde siempre, y con especial fuerza en los últimos meses, por la patronal y la derecha española.

Así, según los obispos de las diócesis del Sur, el actual momento obliga "a todos a construir una vida social más justa y pacífica", basada en la necesidad de "promover la estima del trabajo y del sacrificio como medio justo de crecimiento personal y colectivo para el logro del bienestar", frente a "la mentalidad tan extendida del derecho a la dádiva y de la subvención". Toda una declaración de principios que bien podría ser la continuidad de lo dicho por el señorito Cayetano Martínez de Irujo en su entrevista con el periodista Jordi Évole del programa "Salvados" de la Sexta. Curioso, además, que tales declaraciones salgan del puño y letra de una institución cuya principal fuente de financiación son las subvenciones que de manera directa e indirecta (casilla del IRPF en la declaración de la renta, beneficios fiscales, etc.) recibe del estado, es decir, del dinero de todos los ciudadanos y ciudadanas.

Y finalmente, en un contexto marcado por escándalos como el de los ERE, los obispos aconsejan que “frente a la corrupción y la mentira, urge promover la honradez, el respeto a la ley y la fidelidad a la palabra dada", es preciso potenciar el sentido de la realidad y de la austeridad". No se tiene conocimiento, claro, de que sus eminencias hiciesen una declaración similar, ni estos ni los obispos de tales territorios, ante la celebración no hace tanto de las elecciones autonómicas en Valencia o Madrid, lo cual deja bien claro que la preocupación de nuestros señores obispos no es la de criticar la corrupción, sino la de usar el discurso del PP contra el actual gobierno de la Junta de Andalucía, y sumar así más argumentos para su petición (nada disimulada) del voto para tal partido. Nótese la alusión directa que hacen a la "austeridad", santo y seña del neoliberalismo, y núcleo central del discurso electoral del PP.

En esta misma línea, añaden que "frente a la fragmentación y confrontación social, se ha de promover el valor humano y social de la reconciliación, el diálogo y la amistad entre las personas, aun cuando no compartan la misma concepción del ordenamiento social". Esto es, hacen un llamado al mantenimiento de la "paz social" y contra todo aquello que pretenda romperla: o, dicho para entendernos, que no es momento para revoluciones, ni protestas, sino de "arrimar el hombro". Exactamente el mismo discurso de la patronal y el gobierno de Rajoy.

¿Queda alguna duda de que la Iglesia, y más en Andalucía, no es más que el brazo religioso del terrorismo capitalista? Lean la declaración completa:

'Ante las Elecciones al Parlamento Andaluz'

Nota de los Obispos de las diócesis de Andalucía

1. Con motivo de las elecciones convocadas en la Comunidad autónoma de Andalucía para el próximo día 25 de marzo, los Obispos de las diócesis de Andalucía queremos llamar la atención sobre la importancia de participar responsablemente en ellas. Con esa participación se cumple el deber moral que todo ciudadano tiene en la búsqueda y afianzamiento del bien común de la sociedad en todo momento, pero particularmente en las situaciones de especial dificultad como ahora sucede. La delicada situación en la que vivimos, a causa de la crisis, que es de significado y de sentido de la vida, además de ser una crisis económica y financiera, exige de todos, electores y elegidos, una gran altura de miras más allá de los intereses de partido, sin escatimar esfuerzos que abran un camino de progreso y esperanza para las nuevas generaciones.

2. Al ofrecer estas orientaciones, en cumplimiento de nuestro deber como pastores del pueblo de Dios, deseamos prestar un servicio a los católicos y a cuantos quieran escucharnos, sin otra pretensión que ofrecer elementos morales de juicio a la hora de decidir el voto, del cual depende la consecución del bien común de la sociedad, fundado en los derechos fundamentales de las personas y grupos sociales.

El ejercicio del voto es un derecho y un deber de cada ciudadano en una sociedad democrática. A este respecto, el Vaticano II afirma: "Todos los ciudadanos tienen el derecho y al mismo tiempo el deber de votar con libertad para promover el bien común" (GS 75). Por ser un acto del cual depende el modelo de gobierno que ha de dirigir y orientar la vida personal, familiar y social de los ciudadanos,pedimos a todos la participación responsable, eligiendo a los candidatos que, a su juicio, puedan afrontar y resolver mejor los problemas actuales de nuestra sociedad.

3. La importancia de la acción política, que debe estar orientada al establecimiento posible del progreso moral y del bienestar de la sociedad, permite esperar de los elegidos la competencia que requieren las actuales circunstancias; así como un alto sentido del deber en el ejercicio del poder político, que sólo puede desempeñarse con responsabilidad ética. Competencia y responsabilidad moral son factores que generan la necesaria confianza de los ciudadanos en quienes han de desempeñar las funciones de gobierno. Consideramos necesario tener presente algunos principios de la doctrina social de la Iglesia.

4. El derecho inviolable a la vida humana. Es necesario discernir en los programas de los partidosla garantía del derecho a la vida humana desde su concepción hasta su muerte natural. Esto significa el rechazo al aborto, a la eutanasia, y al abandono de los ancianos, sin olvidar el apoyo a las mujeres que viven la espera de un hijo en situaciones difíciles.

5. La necesaria protección legal y económica del matrimonio como institución social, fundado enla unión estable de un varón y una mujer, y de la familia como ámbito natural de la crianza y educación de los hijos. Esto supone la promoción del trabajo y de la vivienda, así como la puesta en práctica de un programa de inserción laboral de los jóvenes en la sociedad, de especial urgencia en la situación social actual de crisis económica.

6. La tutela del derecho general a la educación, realizada al amparo legal de la libertad de enseñanza; y del derecho a la educación religiosa según las propias convicciones morales y religiosas de los padres, prevista en la Constitución. Hoy es particularmente necesario promover una educación que valore el aprendizaje y la formación humana mediante el esfuerzo y la disciplina, que promueva la búsqueda y el conocimiento de la verdad, así como los valores morales en los que se funda una vida honrada y la convivencia pacífica, y las virtudes que la hacen posible.

7. La defensa y la ayuda a los sectores más débiles de nuestra sociedad, entre los que se encuentran quienes carecen de trabajo, los jóvenes y los emigrantes. Urge promover las condiciones que hagan posible la productividad, la creación de nuevos puestos de trabajo sin soslayar el sentido de la justicia y de la solidaridad en la contratación laboral. Del mismo modo, es urgente la promoción de una opinión pública y una legislación respetuosa con la dignidad de los emigrantes.

8. El momento histórico nos pide a todos construir una vida social más justa y pacífica. Frente a la mentalidad tan extendida del derecho a la dádiva y de la subvención, se hace necesario promover la estima del trabajo y del sacrificio como medio justo de crecimiento personal y colectivo para el logro del bienestar. Frente a la corrupción y la mentira, urge promover la honradez, el respeto a la ley y la fidelidad a la palabra dada. Frente al consumismo desmedido, es preciso potenciar el sentido de la realidad y de la austeridad. Frente a la fragmentación y confrontación social, se ha de promover el valor humano y social de la reconciliación, el diálogo y la amistad entre las personas, aun cuando no compartan la misma concepción del ordenamiento social.

9. Finalmente, no podemos olvidar que a la hora de emitir el voto, sólo se hace posible la edificación de una sociedad más justa y pacífica actuando con inteligencia, libertad y responsabilidad.

En nuestra oración a Dios, nuestro Señor, encomendamos a todas nuestras familias y comunidades eclesiales que eleven preces al Señor, para que las próximas elecciones contribuyan al bien de nuestra sociedad, fundado en la verdad, la justicia, la libertad y la paz. Así lo pedimos cada día invocando a la Virgen María, Reina de la Paz.

Total
0
Shares
Artículos relacionados
El alcalde de Ciudad Real preside la procesión de la Virgen Milagrosa en el 135 aniversario del colegio San José de las Hijas de la Caridad
Leer más

Autoridades públicas en actos religiosos

De España: De otros países:
Total
0
Share