El traspaso de la competencias sobre los profesores de Religión a Euskadi tendrá que esperar. Tal y como confirmó en comisión parlamentaria la consejera de Educación, Isabel Celaá, los reajustes presupuestarios motivados por la crisis han obligado a posponer la asunción de la plantilla por parte del Gobierno vasco cuando estaba «casi lista para hacerse». «No tenemos acuerdo en lo económico (con el Ejecutivo central) y, como es tradición en este país, no acogemos transferencias si no hay consenso económico», dijo Celaá.
La medida ha supuesto un jarro de agua fría para más de 200 docentes de Religión, que confiaban en poder homologarse para el próximo curso al resto de trabajadores de la red pública vasca y acabar así con un contencioso que se remonta varias décadas atrás. El fracaso de la transferencia, además, bloquea su participación en el programa Irale de euskaldunización, a pesar de que este año se permitió su inscripción ante lo que parecía un traspaso inminente. Delegados sindicales de ELA, USO, CC OO y UGT mantendrán hoy en Vitoria una reunión con parlamentarios del PNV, PSE y PP, partidos que apoyaron en febrero una proposición no de ley a favor del traspaso de esta competencia «en el plazo más breve posible».