“El Estado colombiano es laico y la catequesis no debe seguir siendo financiada por el erario”
Pedro Luis García es ateo y a su vez el mejor estudiante de la I.E. San Francisco de Sales de la ciudad de Cúcuta, acusada por otro estudiante de ser una institución pública que vulnera el principio de laicidad estatal y otros derechos fundamentales.
A sus 17 años, según consta en el registro académico, Pedro Luis García Romero es el mejor estudiante de la Institución Educativa San Francisco de Sales, un centro educativo de carácter público en la ciudad de Cúcuta con una larga tradición salesiana inspirada en la espiritualidad de Juan Bosco, influenciada a su vez por la figura de San Francisco de Sales. La institución es parte de la familia salesiana y su metodología cuenta con el visto bueno de la Santa Sede que reconoce la espiritualidad de Juan Bosco como verdadero camino para el crecimiento espiritual.
Giovanni Melchiorre Bosco, sacerdote y educador italiano, más conocido como Juan Bosco o Don Bosco, fue el fundador de la congregación salesiana y promovió el desarrollo de un método educativo conocido como “sistema preventivo” que contrasta con sistemas impositivos donde imperaba el castigo físico como método de formación de los niños y jóvenes. Don Bosco también fundó la Asociación de María Auxiliadora, una popular advocación de la Virgen María venerada por los católicos y reconocida como madre del mismo Dios.
El sistema preventivo de Juan Bosco adoptado por la I.E. San Francisco de Sales de la ciudad de Cúcuta considera que, aparte del amor, la razón y la religión deben ser pilares básicos de la educación de los jóvenes, y es aquí donde empiezan los problemas. A sus 16 años, el joven Sebastián Manrique Rangel, estudiante de undécimo grado en la misma institución, es ateo; y Pedro Luis García también es ateo. Ambos jóvenes entienden la importancia de la religión desde el punto de vista de las ciencias sociales, un área en la que el joven Pedro Luis García Romero obtuvo un puntaje perfecto en las pruebas ICFES del pasado 27 de agosto del 2017, en las cuales Pedro Luis obtuvo uno de los mejores puntajes de su departamento posicionando a la I.E. San Francisco de Sales en el primer puesto individual entre las instituciones oficiales de Norte de Santander.
Sebastián Manrique y Pedro Luis García no creen que la razón y la religión van de la mano como creía Don Bosco y San Francisco de Sales, virtudes sobre las cuales se cimenta el método preventivo; y sus razones van más allá de la simple rebeldía o desprecio a las creencias religiosas. El asunto es que la institución cucuteña que se ha posicionado este año en el primer puesto individual entre las instituciones oficiales del departamento, gracias al esfuerzo académico de un ateo, en realidad no ofrece un estudio de la religión desde la perspectiva de las ciencias sociales, haciendo énfasis en el impacto de la religión a través de la historia de la humanidad o de su importancia en las diferentes culturas. No señor. Lo que ocurre en la I.E. San Francisco de Sales es adoctrinamiento en el culto católico, con dinero del Estado, vulnerando la libertad de culto y atentando contra la laicidad que debe imperar en el Estado colombiano y por eso, el joven Sebastián Manrique ha presentado acción de tutela contra la institución educativa, contra la secretaría de educación de Cúcuta y contra el Ministerio de Educación Nacional.
Las evidencias que reposan en el expediente admitido el pasado 15 de noviembre del 2017 por la sala de decisión laboral del tribunal superior de Cúcuta dejan ver lo que en Colombia es un secreto a voces. En los colegios públicos del Estado no se enseña religión sino que los recursos públicos son despilfarrados financiando el adoctrinamiento en la fe católica pasando por encima de la laicidad, la libertad de culto y el libre desarrollo de la personalidad de los estudiantes que en casos extremos como el de la I.E. San Francisco de Sales de Cúcuta, son forzados a asistir a eucaristías y a realizar actividades de veneración a la Virgen María incluso solicitando dinero a los estudiantes para elaborar altares, algo indignante para jóvenes ateos como Sebastián Manrique y estudiantes brillantes como Pedro Luis García Romero, un ateo que sin recurrir a ayuda divina, irónicamente ha dejado a la I.E. San Francisco de Sales en el puesto más alto de las instituciones oficiales del departamento gracias a su esfuerzo individual que le permitirá estudiar con beca del Estado en las mejores universidades del país.
La historia del joven Sebastián Manrique es única en su especie por la valentía mostrada por el joven que quiere hacer escuchar su voz cuando otros como él prefieren no nadar contra la corriente, y por la casualidad que me ha motivado a contar esta historia que nos demuestra que tal vez para ser buen estudiante se necesita amor y razón como lo proclama el sistema preventivo, pero no religión de la forma como es impuesta en muchas instituciones oficiales que desconocen la laicidad. El caso requiere un pronunciamiento de la honorable Corte Constitucional que, en decenas de veces, ya ha fallado a favor de la laicidad en los colegios públicos manifestando que dichas instituciones deben ser neutrales en materia religiosa, una orden que se sigue incumpliendo mientras los fallos se quedan en el papel.
La creencias religiosas pertenecen al ámbito personal y privado de las personas, y si bien es cierto que quienes tienen una religión tienen derecho a difundir sus creencias de manera individual o colectiva, los colegios oficiales del Estado no pueden seguir siendo centros de adoctrinamiento cristiano independientemente de si los estudiantes no religiosos tienen la oportunidad evitar la cátedra de religión. El Estado colombiano es laico y la catequesis no debe seguir siendo financiada por el erario.
