Catalunya empieza a revisar cómo celebrar las fiestas navideñas en aulas cada vez más diversas, un debate nada nuevo en países de nuestro entorno
«Pastorets o barbàrie» fue la pintada que días atrás apareció en una escuela de Berga como crítica a la supresión de la tradicional función. La segunda parte del escrito –»el multiculturalismo es fascismo»– dejaba claro el pulso reaccionario de la protesta, pero también ponía el foco a un debate creciente –¿cómo celebrar la Navidad en unas clases cada vez más diversas?– que en Europa hace tiempo que empezó y que no cuenta con soluciones concluyentes.