Como instrucción pastoral para los creyentes que duden, podría ser aceptable; como propuesta de debate con los agnósticos, es un grave error. Pues parecen olvidar sus eminencias, que en cuestiones de verdades trascendentes y reveladas, todos dudamos. Pero algunos necesitan creer, y por eso, creen y profesan alguna fe religiosa. Otros, con tanto derecho como éstos, por el contrario, necesitamos dudar, conque no podemos creer de la misma manera.
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COMENTARIO de Rafael Gallego
La diferencia entre laicismo filosófico y jurídico me parece un error. No sé cuales son los origenes de la palabra "laicismo". Es cierto además que en el Diccionario de la RAE da a la palabra "laicismo" el significado que aquí denomina "laicismo filosófico". Pero lo cierto es que mientras permitamos que "laicismo" signifique ambas cosas estaremos permitiendo el discurso victimista de los obispos. Esto del "laicismo filosófico" se debería evitar, y denominar a esa postura con el nombre de "naturalismo" o "materialismo" o "ateismo", ¿no?.
Tampoco me gusta eso del laicismo activo y pasivo. El laicismo "activo" es lo que yo llamo "lightcismo", y no es más que una forma de multiCLERICALISMO. Porque como bien dices, cuando el Estado se inmiscuye en cuestiones de creencias o convicciones, no puede hacerlo más que a través de los clérigos de las diferentes confesiones, es decir, atropellando al individuo que es el único detentador del creencias o convicciones.
EL Estado que practica el "laicismo activo" está negando con su "actividad" la propia sustancia del laicismo, por lo que "laicismo" y "activo" son palabras incompatibles. Es como decir, en relación a la pena de muerte, que un estado es "abolicionista activo" por que aplica la pena de muerte como un "servicio público": pues si es activo, no es abolicionista.