Comentarios del Observatorio
El Observatorio lleva un registro de honores públicos concedidos a entes religiosos:
Ya lo es en Los Garres y La Alberca y se sumará Sucina: «Al final, es como una moda»
El municipio de Murcia tiene cincuenta y cinco pedanías. Cada una atesora características únicas y cuenta con alcaldes pedáneos distintos. Si bien en el municipio gobiernan políticos del Partido Popular, Partido Socialista y Vox, los representantes de La Alberca y Los Garres comparten su función de representación con una alcaldesa perpetua nada política, que es, nada más y nada menos, que la Virgen del Rosario.
El pasado jueves, día 11 de julio, la Junta Municipal de otra de las pedanías, la de Sucina, aprobó en la sesión ordinaria el trámite previo por el que se nombrará, siempre que el Ayuntamiento de Murcia lo autorice, a la Virgen del Rosario como alcaldesa perpetua. «Esto surge porque estamos trabajando con Antonio Soto Almagro, cronista oficial de varias pedanías del campo de Murcia, para potenciar algunos aspectos culturales», como explica el alcalde popular de Sucina, David García Rodríguez.
«Ponerle un bastón a la virgen y decirle alcaldesa perpetua no cambia realmente nada»
Y entre esos aspectos destaca la Virgen del Rosario. Se trata de una talla realizada por el escultor español Roque López en torno a 1789 y, además de ser importante porque «es la única imagen que se conserva después de la Guerra Civil Española en las pedanías del campo», también «representa un nexo de unión o símbolo para la identidad de los sucineros», defiende Rodríguez.
«Empaque y fuerza»
Tras la aprobación definitiva de la moción, se quiere escenificar el nombramiento de la nueva alcaldesa durante el transcurso de las fiestas patronales, tal y como se hizo en Los Garres en 2018, para «darle empaque y fuerza a la Virgen dentro de los actos festivos». A esto se une que se celebra el 280 aniversario de la Parroquia de Sucina, cuya fundación «dio origen al pueblo de Sucina», en palabras de Rodríguez.
Sin embargo, «antes vamos a recabar un consenso con el pueblo: la gente de la parroquia, la hermandad y los colectivos. Si no hay comunidad, una armonía y una voluntad inequívoca, no se llevaría a cabo. Esto no puede ser en contra de nadie. Queremos llegar a un consenso con todos y, en el caso de que hubiera oposición, no habría inconveniente en retirar la moción».
Otras pedanías
Este reconocimiento honorífico se ha aprobado con anterioridad en otras pedanías. En Los Garres surge cuando un vecino del pueblo, al conocer que existían estas figuras en otros sitios, lo propone y «como tenía mucha devoción por la Virgen del Rosario, preguntó si aquí se podía hacer. Le dije que sí, que no había ningún problema y que lo íbamos a llevar al Pleno. Entonces, se aprueba y se hace el nombramiento», comenta Antonio Ramírez Cánovas, pedáneo de la zona. Sin embargo, la aprobación por parte del alcalde llegó cuando él ya no era pedáneo de Los Garres.
«A quien era creyente le vino bien y a quien no le daba igual. Ponerle un bastón a la virgen y decirle alcaldesa perpetua no cambia realmente nada», dice Ramírez. Esto es así porque «no supone un gasto, ni un cargo, ni perjudica económicamente a otras cosas que esto salga o que no lo haga. Y si la gente se siente bien, pues perfecto. Es más lo que se envuelve alrededor de la gente, que lo que realmente es», zanja.
Carolina Pardo Ballesta, pedánea de La Alberca, festejó el nombramiento el pasado 27 de abril. Acto que contó con la presencia de la vicealcaldesa de Murcia, Rebeca Pérez, la consejera de Política Social, Familias e Igualdad, Conchita Ruiz, asociaciones, hermandades y cofradías religiosas de Murcia.
«La idea surgió en la legislatura de mi compañero Francisco Ayala, cuando la Iglesia y los vecinos recogieron firmas», explica Carolina. Aunque la moción, presentada al Pleno por el Partido Popular, se aprobó con la oposición de Podemos, la propuesta quedó en el olvido debido a la moción de censura que echó al PP del Ayuntamiento, y ha sido rescatada ahora por la pedánea. «Era un acto que considerábamos que se tenía que hacer. Era una demanda del pueblo que pedía con cientos de firmas que a su patrona se le honorificara el cargo».
Un país aconfesional
La Constitución Española establece en el artículo 16,3 el principio de aconfesionalidad del Estado. Esto significa que ninguna confesión tiene carácter estatal y que los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias de la sociedad española. Si bien España garantiza la libertad religiosa, el Catolicismo sigue teniendo un peso importante en la cultura regional. «Al final, la gente, sea más o menos creyente, le tiene devoción porque lo ha mamado y porque las fiestas patronales están asociadas a la Virgen del Rosario», explica Cánovas defendiendo que «si hiciésemos una encuesta, la mayoría lo vería bien». Para Ballester, «esto es una iniciativa que quería el pueblo. Más democracia que eso no hay. Hemos respetado la voz del pueblo».
En los últimos años, el fenómeno de transferir las funciones administrativas de forma simbólica a divinidades religiosas se está dando con mayor asiduidad. Estos honores o distinciones por parte de las Administraciones Públicas parten, generalmente, de un sentimiento de tradición y homenaje a personajes importantes de la historia.
«Una moda»
Y puede resultar curioso que ni aquellos que piden que se haga este reconocimiento, sepan explicar muy bien el porqué. «Si te digo la verdad, no lo sé. Al final es como una moda. La gente lo ha visto o se lo han dicho y piensan: por qué aquí no podemos hacerlo», argumenta el pedáneo de Los Garres.
Carolina tampoco sabría explicarlo, pero cree que «hay cosas que están guardadas en un cajón, que por diversos motivos no se han realizado, pero que al final son por el bien del pueblo. Que lo demanda y que lo quiere».