La Justicia ha vuelto a bendecir la religión en las instituciones públicas con el mismo argumento: la tradición histórica. El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha desestimado el recurso de dos guardias civiles que pedían la retirada de una imagen de la Virgen del Pilar del cuartel de Almodóvar del Río (Córdoba).
“En realidad, trasciende el ámbito de lo puramente religioso para adquirir otra dimensión que es más histórica que otra cosa. O dicho de otro modo, lo que hay es una tradición histórica que supone que la aceptación del empleo del icono mariano no se haga por razones de profesión de culto, situándose en un plano donde juegan otros referentes simbólicos o emocionales que no tienen por qué contactar con el hecho religioso en sí mismo”, reza la sentencia de la Sección Cuarta de la Sala de lo Contencioso Administrativo.
El tribunal pone como ejemplo el caso de los hospitales con nombres de vírgenes: “[Eso no supone que] los poderes públicos estén colocando los hospitales bajo la protección de la Virgen”. Y va más allá: “Cabría hablar de un símbolo sin mensaje”.
No es el primer varapalo judicial que reciben los agentes, que llevan desde 2005 solicitando la retirada de la imagen por considerar que atenta contra su libertad religiosa y contra el principio de aconfesionalidad. El Tribunal Superior de Madrid ya desestimó en 2010 la solicitud, que el propio abogado del Estado había calificado como disparatada. “La petición de retirada de la Santísima Virgen evidentemente conllevará la lesión de los legítimos derechos e intereses de quienes libremente practican la religión católica”, alegó.
Los crucifijos en Estrasburgo
La sentencia del TSJA fue dictada días antes de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) avalara la existencia de los crucifijos en las aulas italianas por considerar que, al ser símbolos “fundamentalmente pasivos”, no suponen adoctrinamiento.
Estrasburgo revocó así un fallo anterior del mismo tribunal al que, sin embargo, hace referencia el TSJA para desestimar el caso de la patrona de la Guardia Civil: “Dudamos que el estímulo, perturbación o riesgo de adoctrinamiento [de los crucifijos en las aulas] que habían preocupado al TEDH entren aquí en juego como factores a considerar”.
Los guardias civiles, que siempren han guardado el anonimato, han mostrado su desacuerdo con la sentencia del TSJA por aludir a “conceptos abstractos y filosóficos”. Y han manifestado su “profunda decepción” con el PSOE, que ha paralizado la nueva Ley de Libertad Religiosa, y con IU por no prestarles el apoyo que, aseguran, les prometieron.
Los agentes informan también de que en el cuartel hay ahora un nuevo icono religioso, más grande que el primero, donado por un empresario. “Si no quieres caldo, toma dos tazas”, concluyen los guardias, sin medios para seguir recurriendo.