El Gobierno francés impulsa un plan europeo para transmitir los valores de la ciudadanía en el aula
El ministro Wert afirma que la LOMCE garantiza que los alumnos españoles aprendan tolerancia
Los atentados yihadistas que conmocionaron Francia el pasado 7 de enero dejaron al descubierto las debilidades del sistema educativo francés a la hora de transmitir los principios del laicismo y el valor de la tolerancia en una sociedad crisol de culturas y religiones. Todas las miradas se dirigieron con sorpresa a los cerca de 200 centros escolares que, en los días posteriores a los ataques contra la revista satírica ‘Charlie Hebdo’ y el supermercado judío de la Puerta de Vincennes, vivieron situaciones de conflicto cuando algunos alumnos de confesión musulmana se negaron a observar el minuto de silencio en memoria de las víctimas.
A raíz de los atentados, el ministerio francés de Educación tomó cartas en el asunto y movilizó medios humanos y materiales para reforzar el aprendizaje de los denominados valores republicanos en el aula. El pasado 22 de enero, la titular del departamento, Najat Vallaud-Belkacem, anunció 11 medidas orientadas a lograr ese objetivo. Entre ellas un plan de formación del profesorado -que ha debutado esta misma semana- para que los docentes tengan herramientas con las que enfrentarse a algunos desafíos, como moderar debates sobre asuntos sensibles o hablar de la libertad de expresión o del laicismo en barrios con fuerte presencia de población inmigrante.
Se prevé que unos 300.000 profesores hayan recibido esta formación de aquí a finales del 2015. Además, para extender al ámbito europeo la movilización del Gobierno francés, Vallaud-Belkcem convocó ayer en París a sus homólogos de la Unión Europea, reunión en la que participó el titular español, José Ignacio Wert.
Momento complicado
La intención del encuentro era analizar las acciones necesarias para mejorar la transmisión de los valores fundamentales en el ámbito educativo, en un momento, además, en el que las sociedades europeas se enfrentan al radicalismo religioso y el aumento del extremismo, como mostraron los atentados de París y Copenhague.
El trabajo de los ministros culminó con una declaración en la que los firmantes se comprometen, entre otras cosas, a preservar en la educación la dimensión formativa de la persona y del ciudadano; garantizar una educación incluyente que combata el racismo y la discriminación, respete el Estado de derecho, la diversidad y la igualdad de género; reforzar el espíritu crítico de los alumnos, sobre todo a la hora de usar internet y las redes sociales (auténticos foros de adoctrinamiento yihadista) para que hagan frente a la propaganda extremista y el discurso del odio.
El documento recoge también el compromiso de reducir las desigualdades territoriales, sociales y escolares que están en la base de un descontento en el que prende el radicalismo. Según declaró a la prensa el ministro Wert, al término de la reunión, la cita demuestra el «valor que se le da a la educación como ingrediente esencial para la prevención de cualquier forma de intolerancia, extremismo y terrorismo».
Reforma educativa
Wert descartó introducir en el sistema educativo español algunas de la medidas adoptadas en el país vecino alegando que, en la reforma educativa de la LOMCE, ya se ha incluido un tratamiento transversal de los valores ciudadanos, de la tolerancia y de prevención del antisemitismo, la islamofobia o la homofobia. A su juicio, estas materias tienen que ser tratadas «transversalmente» y no de manera «encapsulada» en una asignatura.
«Son valores que no solo tienen que ser aprendidos, sino aprehendidos, vividos», dijo. Preguntado por si el sistema educativo español se ve enfrentado al mismo reto que el francés, Wert respondió que, a tenor de las encuestas, no hay un problema «extendido» de presencia de estudiantes con una orientación radical. El documento de París será ahora llevado al Consejo de Ministros de Educación de la UE que se celebrará en Bruselas el 18 y 19 de mayo.
El presidente francés, François Hollande, que participó también en los trabajos del documento, puso de relieve que, frente a la amenaza del terrorismo, «la educación es la mejor defensa».