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La purga salvaje de los profesores republicanos en Priego de Córdoba

El investigador Francisco del Caño Pozo publica ‘La destrucción educativa republicana en Priego’ donde saca a contexto la depuración brutal de docentes en este municipio y cómo la dictadura de Franco cesó a casi 60.000 maestros.

Juan Bautista Pérez Fuentes era maestro rural, conocido en el pueblo como maestro Orsa, y vivía en una huerta a la entrada de Cabra, muy cerca del municipio de Priego. Murió con tan solo 34 años de edad dejando cuatro hijos y a su esposa.

Su cuerpo sigue desaparecido en un cortijo y se cuenta como uno de los fusilados por la “temida revolución educativa que se vivió en Priego durante la Segunda República”. Esta purga contra el avance educativo republicano depuró con expedientes a la totalidad de maestros, siendo asesinado tres de ellos en este municipio cordobés.

Del Caño saca a relucir el caso concreto de un pueblo que vivió el esplendor e una importante innovación educativa durante aquella República y que buscaba sacar a las clases más desfavorecidas de los altos índice de analfabetismo. Sin embargo, la sublevación del 18 de julio sorprendió al magisterio español al inicio de las vacaciones de verano. “El miedo y el sobresalto, se instalaron en las escuelas y en las familias de los maestros”, aclara el investigador a Público. Sacas y expedientes que provocaron que casi 60.000 maestros fueran depurados en la España franquista.

Acceso a la educación de jornaleros en el mundo rural

En este pueblo, municipio natal del entonces presidente de la Segunda República, Niceto Alcalá Zamora se vivió de forma pionera el acceso a la educación de jóvenes jornaleros de clases rurales. “Sin aulas adecuadas e insuficientes, con instalaciones y mobiliario obsoleto, el número de niños y niñas que se encontraban matriculados en Primaria era escasísimo”.

El esfuerzo que hicieron los gobernantes de este paréntesis democrático en Priego supuso todo un cambio en la inercia en la que se encontraba. Se incrementaron las aulas en la localidad y las aldeas, construyéndose catorce Escuelas Nacionales y una de adultos.

«La mayoría de estas escuelas se crearon en las aldeas que anteriormente no tenían. Para estos niños y niñas de campo supuso un cambio espectacular en sus vidas», aclara el investigador a Público.

Clases al aire libre para conocer los diferentes fenómenos naturales

Francisco del Caño ha logrado rescatar las actas del Consejo Escolar Municipal del Instituto de Priego donde se apuntaban las Colonias de alumnos que se hacían en el mar o las proyecciones de películas con un proyector de propiedad municipal. “Ver a los jóvenes rodeando a Alcalá Zamora en sus habituales visitas al Instituto era todo un honor. Un presidente que se expresó diciendo que el motor de la democracia es un pueblo educado”. Los nuevos maestros y maestras que llegaron a Priego traían durante la República un nuevo hacer pedagógico, basado en los modelos de la Escuela Nueva.

Tal como destacan las crónicas, en la aldea de Esparragal un matrimonio de maestros republicanos redactaban textos libres y publicaban su propia revista escolar en la “imprentilla Freinet”. Se recogen entre las actividades varias visitas a las capitales cercanas y clases al aire libre para conocer los diferentes fenómenos naturales.

El inicio de las purgas a los maestros en el verano del 36

El Comandante Militar de Córdoba, Ciriaco Cascajo, ordena insertar en la prensa cordobesa, a partir del 23 de julio de 1936, una Orden en la que exige a todos los docentes que se presenten ese mismo día en el despacho de los alcaldes para “asuntos de su profesión”. Veintisiete maestros fueron asesinados al inicio del golpe militar. Solo en la provincia de Córdoba.

Francisco Cortés Pizarro es un claro ejemplo de la dureza que ejerció el régimen sobre el profesorado en Priego. Como secretario y profesor de matemáticas, la sublevación le sorprendió veraneando en Gibraleón (Huelva). Iniciada la guerra se marchó a la zona republicana donde impartió clases en los institutos de Benicarló y Figueras. Nunca más volvió a Priego, siendo sancionado con la separación definitiva de la Enseñanza hasta 1964.

Concepción Rodríguez Lende era vicedirectora y profesora de Literatura en el Instituto de Priego hasta el verano del 36. El investigador ha declarado el denso pliego de cargos contra Concepción por su actuación profesional en Priego. “En él se especificaba su pertenencia a FETE-UGT, su identificación con la política de izquierdas, su escasa religiosidad y, por último, “que en una ocasión fue amonestada por un vecino, por no arrodillarse al pasar a su lado el Santo Viático”. Tras la revisión de su expediente en 1948 tardó varios años en volver a ser rehabilitada para ejercer la enseñanza.

La enseñanza media suprimida al inicio del franquismo

El viejo edificio del Instituto fue clausurado el 14 de septiembre de 1937 . “Este cierre afectó principalmente a las mujeres, que se quedaron sin posibilidad de estudiar bachillerato en el pueblo. Siendo muy pocas las que tuvieron la oportunidad de estudiar como alumnas internas en alguno de los pocos colegios religiosos que ofertaban la enseñanza de bachillerato femenino”, afirma el investigador.

La Comisión de Cultura y Enseñanza del régimen argumentaría las razones para la supresión de este instituto y muchos otros en España con “la exigencia de aligerar las cargas del tesoro público, obligado a atender primordialmente las necesidades de la guerra”.

También se purgaron, quemaron y destruyeron los libros de la Biblioteca Pública, además de numerosos manuales escolares. Se sustituyeron los maestros sancionados y asesinados por “excombatientes y militares vencedores que impusieron a la infancia de la posguerra las consignas del régimen franquista”.

La historia del maestro Orsa fusilado al inicio del golpe

La historia de Juan Bautista Pérez Fuentes es una de las más cruentas que Francisco ha logrado rescatar en su libro. El expediente del desconocido ‘maestro Orsa’ corresponde a uno de los profesores fusilados en Córdoba al inicio de la sublevación militar.

Francisco del Caño Pozo recuerda a Público el testimonio del hijo de Juan Bautista Pérez que vio, siendo muy pequeño, como un grupo de caballistas militares se llevaba a la cárcel a su padre. Pocos días después le entregaban su reloj y un mensaje escrito sobre un plato de aluminio, tras asesinarlo en las huertas de Monturque (Córdoba).

Bautista fue un maestro ejemplar que recibió en los años de la República autorización para impartir clases en su propia casa, abriendo una pequeña escuela laica de Instrucción Primaria. A pesar de la falta de medios el alumnado iba a la casa de Juan Bautista y lograba hacerse un hueco entre las escaleras a modo de aula . “Esta actividad la complementaba impartiendo clase por los cortijos de los alrededores a los niños que no tenían posibilidad de asistir a la escuela”.

Juan Bautista fue considerado, desde el inicio de la guerra, enemigo del nuevo Régimen. Un escuadrón de caballería intentó localizarlo varias veces en su domicilio. “En un primer registro, destrozaron el mobiliario de su casa en busca de libros y propaganda republicana, sin encontrar nada que lo inculpara”.

Hasta el 19 de septiembre de 1936, la familia de Bautista no tiene conocimiento de su asesinato. Su muerte consta en el Registro Civil bajo el epígrafe “a consecuencia de la fenecida guerra contra el marxismo”.

Transcurrieron más de quince años hasta que Priego volvió a tener un centro de enseñanza media. Sería el Instituto Laboral Fernando III, siendo su alumnado exclusivamente masculino. En la década de los años sesenta, comienza a permitirse la enseñanza mixta para realizar los estudios de bachillerato, tanto a hombres como a mujeres.

A día de hoy, la memoria oral de Priego recuerda vagamente la labor de aquellos maestros. “Este lavado de la memoria colectiva ha sido, si cabe, mayor aún, puesto que los responsables directos del cierre del Instituto fueron profesores del mismo”. Amigos políticos de José María Pemán, añade el autor “alto jerarca de la Comisión de Cultura y Enseñanza” del régimen franquista.

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