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La máquina de romper tabús ataca de nuevo

El cómico Chris Morris satiriza el terror suicida en ‘Four lions’

Atención, pregunta. ¿Se puede hacer una comedia sobre un comando de terroristas suicidas? Sí, se puede. ¿Podemos morirnos de risa viéndola? Yes, we can. Sombreros fuera pues para recibir al creador de Four Lions, el cómico británico Chris Morris (Bristol, 1962), que ha hecho saltar por los aires el gran tabú del siglo XXI. “La idea surgió cuando todo (la política, la cultura y nuestra vida cotidiana) giraba en torno a la guerra contra el terrorismo. Quería saber qué estaba pasando“, cuenta Morris a Público.

Morris cogió velocidad tras el atentado suicida del 7 de julio de 2005 en Londres. Entonces se dio cuenta de que aquello no era una guerra “contra unos árabes misteriosos de un país remoto, sino contra británicos de Leeds, personas que comían curry y vivían en la calle de al lado, lo que complicaba mucho mi investigación”.

“Toda nuestra vida giraba en torno a la guerra contra el terrorismo”

Morris asistió a juicios contra fundamentalistas y leyó transcripciones de interrogatorios. Se encontró con una realidad familiar. Tanto que daba risa. “Lo que más me sorprendió fue toparme con incidentes inesperadamente divertidos”, espeta. Militantes del neofascista British National Party que se convertían al islam tras leer el Corán. O seguidores de Al Qaeda obsesionados con las celebrities, como buenos adolescentes occidentales. “En un juicio al que fui, los acusados hablaban, como cualquier estudiante, de que les gustaba Johnny Depp. Uno aseguró que se había volcado en la religión tras ver El señor de los anillos. Vida cotidiana, personas que parecían humanas, ahí había una película”, razona. Morris también se encontró con casos asombrosos de “incompetencia” y “chapucería” por parte de los aspirantes a terrorista. Four Lions es, de hecho, una de esas cintas donde un genio del crimen prepara un golpe maestro pero comete el error de rodearse de idiotas para llevarlo a cabo. Territorio de comedia pura y dura.

ETA de broma

El filme comparte estrategia con hitos de la televisión británica contemporánea como The Office y The Thick of it, sátiras de aspecto documental. Pero Morris dice que los títulos que le influyeron fueron Los cañones de Navarone (“otro grupo implicado en una misión incierta”) y, ojo al dato, Operación Ogro, de Gillo Pontecorvo, sobre el atentado de ETA contra Carrero Blanco. “Four Lions es como Operación Ogro con chistes. También narra el complot desde dentro, ver cómo planea el atentado una célula. Pero no hay una sola broma en Operación Ogro. Admiro mucho a Pontecorvo, pero creo que en La batalla de Argelia tampoco hay un solo chiste“, dice irónico.

“Esta película es como ‘Operación Ogro’, pero con chistes”

Pocos se atreverían a implicarse en un proyecto tan kamikaze, que bien podía haber acabado con Morris linchado por una turbamulta. Pero él parte con ventaja: está acostumbrado a ser el blanco de las iras. En 2001, en plena campaña de la prensa amarilla contra los pedófilos, hizo una satírica brutal del asunto (la pedofilia) en su programa Brass Eye. El pollo que se montó fue de campeonato. El tabloide Daily Mail le bautizó como el “hombre más repugnante de la televisión británica”. Poca broma. “No significó nada. Quiero decir que no fue como si un tipo te para por la calle y te parte la cabeza. Fue extraño y entretenido, pero nada más que eso”, zanja como si tal cosa.

El filme sigue los pasos de una célula de terroristas fundamentalistas patosos.

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