La Iglesia ortodoxa rusa pidió al Estado una mayor protección para sus instituciones por miedo a reacciones de venganza de los seguidores de la banda de punk femenina Pussy Riot, por la condena a dos años de prisión a tres de sus integrantes por vandalismo y odio religioso, informa hoy el RBDk Daily, después de que, según el Patriarcado moscovita, varios de seguidores de las condenadas por el «rezo punk» en la catedral de Cristo Redentor de Moscú el pasado febrero pintasen lemas de protesta en iglesias.
Grupos de activistas defensores de los derechos humanos ya han rechazado el plan de activistas ortodoxos de crear grupos de defensa civiles, mientras, por su parte, el responsable de Derechos Humanos del gobierno ruso, Vladimir Lukin, advertía de forma indirecta del riesgo de una guerra civil.
El Ministerio de Exteriores del país volvió a rechazar hoy las críticas recibidas desde el exterior debido a la condena de las integrantes de la banda. Según el gobierno, esas críticas ignoran el «carácter ofensivo» que el «rezo punk» de las Pussy Riot tuvo no solo para millones de ortodoxos sino también para creyentes de otras religiones
Lugares para expresar opiniones libremente
Moscú prevé establecer dos «Speakers' Corner» (tribunas para hablar al público) similares a los existentes en el Hyde Park de Londres, donde cualquiera pueda expresar su opinión libremente.
Un grupo de trabajo compuesto por representantes de las autoridades, partidos y distintas organizaciones se pusieron de acuerdo sobre los lugares, que estarán ubicados en dos concurridos parques, según informó el funcionario de la administración moscovita.
Sin embargo, la oposición teme que que en gobierno limite la libertad de reunión en esos lugares.
