Las excursiones escolares fueron una gran contribución de la renovación pedagógica vinculada a la Institución Libre de Enseñanza, pero también del sistema escolar puesto en marcha por el movimiento obrero de signo socialista. En este sentido, nos parece interesante acercarnos a la filosofía de la Sociedad Obrera de Escuelas laicas, expresada en un artículo en El Socialista, en 1908, firmado por Enrique Jardiel, un delineante y periodista socialista, y padre del famoso literato.
Jardiel informaba de una excursión de los alumnos de la Escuela laica del Centro de Sociedades Obreras de Madrid (faltaba muy poco tiempo para que se inaugurara la Casa del Pueblo) a los campos de Amaniel, y que le sirvió para realizar un elogio de las excursiones escolares, al considerar que eran la base, el punto de apoyo de la enseñanza, especialmente si eran al campo. Es más, consideraba muy conveniente que la enseñanza se desarrollase al aire libre.
Jardiel informaba que en el Reglamento de la Sociedad Obrera de Escuelas laicas graduadas se establecía que un día a la semana los niños realizarían excursiones.
Jardiel quería dejar claro que las escuelas laicas de la Sociedad Obrera no podían ser como las municipales, que se planteaba una alternativa a la enseñanza como estaba planteada en ese momento. Las excursiones (giras) permitían comprobar la “alegría, higiene, salud, enseñanza de la Naturaleza”.
Porque “la tarde estuvo magnífica para la excursión; la comida, excelente; se derrochó la alegría, los nenes corrieron, cantaron, hicieron patente que sentían la dicha de vivir”, y por eso había que educar a los hijos de los trabajadores para que fueran felices, aún en medio de la lucha obrera, y siempre frente a la rutina y la simplicidad que representaba la enseñanza municipal española.
Así es, todo un canto a la alegría de la vida en la escuela.
Sobre Jardiel podemos consultar el Diccionario Biográfico del Socialismo español. La fuente del trabajo está en el número 1178 de El Socialista.
