La gran olvidada de la historia
Aunque la mayoría de las personas piensa en la esclavitud como un problema de opresión racial, una nueva investigación indica que, entre 1500 y 1800, la esclavitud estuvo basada a menudo en la religión en lugar de en la raza.
Las hostilidades prolongadas entre musulmanes y cristianos en Europa, África y Oriente Medio durante estos tres siglos provocaron la esclavitud de al menos 3 millones de personas de ambos bandos, según los cálculos de Robert C. Davis, profesor de historia en la Universidad Estatal de Ohio.
Davis examina la esclavitud basada en las diferencias religiosas en su libro: "Holy War and Human Bondage: Tales of Christian-Muslim Slavery in the Early-Modern Mediterranean".
Como resultado de su investigación, Davis estima que durante esos siglos más de 1 millón de musulmanes fueron esclavizados en Europa y otros 2 millones de cristianos sufrieron el mismo destino en África del Norte y Oriente Próximo.
"La esclavitud por diferencias religiosas tuvo grandes consecuencias económicas y sociales en aquel entonces, pero actualmente la mayoría de las personas ni siquiera conocen ese hecho", explica Davis.
Aunque hoy estamos familiarizados con el conflicto entre el cristianismo y el islamismo, en esos siglos el balance de fuerzas era muy diferente del actual.
"Durante ese período, ambos bandos, musulmanes y cristianos, tenían aproximadamente el mismo poder", nos recuerda Davis. "Fue realmente un enfrentamiento de imperios, y la esclavización formaba parte del conflicto".
Si la gente actualmente sabe algo de la esclavitud por diferencias religiosas es debido a novelas y películas sobre corsarios musulmanes que usaban cristianos como esclavos en las galeras y sobre harenes turcos que tenían mujeres cristianas esclavas.
Pero, tal como recalca Davis, en realidad la esclavitud en el Mediterráneo fue mucho más grande y brutal de lo que puedan sugerir esas versiones de ficción.
Los corsarios musulmanes capturaron barcos y asaltaron pueblos costeros en el Mediterráneo y el Atlántico, buscando hombres, mujeres y niños para convertirlos en esclavos.
Una vez capturados, los hombres eran enviados a remar a las galeras, a trabajos pesados en la construcción, a canteras o a granjas privadas. Las mujeres eran vendidas normalmente para harenes, y se las obligaba a realizar tareas domésticas y/o a prestar servicios sexuales.
La esclavitud por diferencias religiosas lo fue en ambas direcciones: Miles de musulmanes fueron también capturados y esclavizados, en Italia, España y Malta.
Incluso los cálculos aproximados muestran con toda claridad que la esclavitud por diferencias religiosas en los países mediterráneos no era un problema menor como han asumido muchos historiadores en la actualidad.
Localidades enteras a lo largo de la costa de Italia y la de España fueron abandonadas después de asaltos realizados por corsarios musulmanes.
Además, pagar un rescate por la liberación de la persona esclavizada resultaba caro, aproximadamente los ingresos de un año o más para muchos europeos. Por eso, el pago de éstos para conseguir el regreso de sus seres queridos representaba una enorme transferencia de riquezas de Europa hacia África. Esta transferencia raras veces se daba a la inversa, es decir con los esclavos musulmanes.
Algunos historiadores han minimizado la esclavitud por diferencias religiosas al llamar a las víctimas "cautivos" en lugar de "esclavos", como si hubieran sido simples prisioneros de guerra. Ellos afirman que como algunas de esas personas eran finalmente liberadas a cambio de dinero, en realidad nunca fueron esclavas.
Pero tal como Davis señala, ese argumento pasa por alto el hecho de que más de la mitad de los esclavos cristianos, y casi todos los musulmanes, nunca fueron liberados. Y lo que es peor, esos esclavos por diferencias religiosas fueron tratados de un modo casi idéntico al de los tristemente célebres esclavos negros: A esos esclavos de la religión se les hacía trabajar durante largas jornadas en tareas duras y peligrosas, se les alimentaba muy mal y se les maltrataba de manera brutal.
"Algunos asumen que la esclavitud por diferencias religiosas, debido a que no estaba basada en la raza, era menos brutal o deshumanizante; nada más lejos de la realidad", subraya Davis.