En esta nueva entrega de la serie “documentos para la historia del laicismo” aportamos el texto publicado a principios de enero de 1904 donde se convocaba por parte de la Federación Internacional del Librepensamiento el Gran Congreso en Roma, “en frente del Vaticano”, para el mes de septiembre de ese mismo año. Nos interesa porque aporta datos de la Federación y sobre los propósitos de la misma. En otra pieza ofreceremos el orden del día:
“La FEDERACIÓN INTERNACIONAL DEL LIBREPENSAMIENTO, cuya capitalidad reside en Bruselas y que reúne las organizaciones más importantes del mundo entero, ha decidido celebrar un Gran Congreso en Roma, en frente del Vaticano los días 20, 21 y 22 de Septiembre de 1904.
La Federación, data de 1880. Fué fundada en Bruselas; por hombres que en la filosofía, la ciencia y la política, constituyen las más puras glorias de la humanidad: César de Paepe, Carlos Bradlaugh, D. M. Bennet, Wilheim, Liebknecht, Moleschott, Charles Renouvier, Clemence Royer Giovanni Bovio, Herbert Spencer.
Desde su fundación, la Federación Internacional del Librepensamiento ha organizado los Congresos de Londres, 1882; de Amsterdam, 1883; de Anvers, 1885; de Londres, 1887; de París, 1889; de Madrid. 1892; de Bruselas, 1895; de París, 1900; de Ginebra, 1902. La Federación ha iniciado de este modo, con el concurso de los maestros del pensamiento humano un inmenso movimiento de emancipación intelectual y social que arrastra á todos los pueblos á poner fin á los dogmas y á las iglesias.
Parece que ha llegado la hora de afirmar, por una manifestación resonante el poder de su obra, y de ir á dignificar á las más formidable de las jerarquías sacerdotales en su centro mismo en Roma, que la humanidad desde ahora no quiere creer en sus mentiras ni sujetarse á su autoridad, y que su destitución es inevitable. Para esta manifestación, la Federación Internacional del Librepensamiento, llama á la Asociación Nacional de los Librepensadores de Francia,— á todas las Sociedades del Librepensamiento,—á las Logias Masónicas,— á las Universidades y á todos los establecimientos de instrucción,—alas Universidades populares,—á las «Comunidades religiosas hebreas»,—á las Sociedades de cultura ética,—á los Círculos de estudios políticos y sociales,—á las Sociedades positivistas,—á las Sociedades de cremación,—á las Sociedades de estudiantes anticlericales,—á la Juventud laica,—á las Ligas de enseñanza laica,—á los Comites liberales, republicanos, socialistas; en una palabra,—á todas las agrupaciones que reconocen la autoridad de las Iglesias y defienden el principio de la libertad de conciencia. La Federación se dirige también á las individualidades librepensadoras que puedan llevar un concurso útil al Libre pensamiento.”
Fuente: Las Dominicales. Semanario Librepensador, 8 de enero de 1904.