La Ceapa, mayoritaria en la escuela pública y que siempre se ha mostrado beligerante con la presencia de la Religión en los centros escolares, sostiene que ante la «indefinición» de la Ley Orgánica de Educación (LOE), que no fija si la asignatura de Religión debe tener o no una alternativa, «los obispos pretenden forzar al Gobierno a implantar una asignatura sobre el hecho religioso, obligatoria para quienes no quieran matricularse en la asignatura de Religión en las escuelas».
Las presiones denunciadas por la Ceapa se inscriben en las negociaciones emprendidas por Gobierno e Iglesia, en el marco de la Comisión Mixta sobre Educación, para definir el desarrollo de la de la asignatura de Religión y el estatus de sus profesores.
La primera toma de contacto celebrada en la sede del Ministerio de Educación por sendas delegaciones presididas por la titular del ramo, Mercedes Cabrera, y el vicepresidente de la Conferencia Episcopal, Antonio Cañizares, evidenció los desencuentros entra las partes.
La Ceapa solicitó formalmente al Gobierno que «no establezca ningún tipo de asignatura alternativa» a la Religión «para no penalizar a las familias que no quieren que sus hijos reciban enseñanzas religiosas en la escuela y para respetar el derecho de los padres que sí lo desean».