La Asociación Laica de Rivas ve con buenos ojos la decisión del Congreso de dar luz verde a la tramitación y debate de la ley sobre la eutanasia. Creemos que es un primer paso para que en España se reconozca definitivamente el derecho de las personas a disponer sobre su vida, en el momento que así lo consideren.
Uno de los principios fundamentales del laicismo es la defensa de la libertad de conciencia. Esto es la capacidad de las personas de tener opinión y decisión, de acuerdo con su autonomía moral, sobre las cosas que le competen, en este caso sobre la propia vida. Creemos por tanto que las personas tienen derecho a decidir libremente cómo y cuándo desean poner fin a esa vida. Como tal derecho, no obliga a nadie a ejercerlo, es voluntario, al igual que otros derechos aprobados por leyes democráticas (ley de interrupción del embarazo, ley de matrimonio homosexual, …).
A todos nos gustaría que cuando nos llegara la hora fuera de una manera rápida, sin sufrimiento, a una edad avanzada, que hubiéramos realizado nuestros deseos en la vida y estar rodeado de nuestros seres queridos. Pero esta no es la realidad. La mayoría de las personas mueren como consecuencia de una enfermedad grave y cuyo desarrollo nos irá dejando unas determinadas secuelas y marcando el tiempo que nos queda de vida. Es en esa realidad donde tenemos que tener la libertad de decidir en cada situación particular si queremos o no seguir viviendo. Ese debería ser el concepto de muerte digna desde el derecho a la libertad individual de cada persona.
Por eso nos alegramos de que, desde el Congreso, se tome en consideración esta ley de eutanasia, que reconoce la libertad de las personas a decidir sobre sus vidas en determinadas situaciones, y que ésta sea un avance hacia el concepto de muerte digna.
Por conseguir este importante paso estuvo luchando el Dr. Luis Montes toda su vida profesional. En estos momentos es obligado rendirle un homenaje a su figura y reconocer que su lucha ha sido fundamental para conseguir la aprobación de este derecho.
Desde la Asociación también hacemos un llamamiento a formalizar el testamento vital, como garantía de que se cumplan nuestros últimos deseos, si llegado el momento no estamos en condiciones de hacerlo personalmente. Se puede cumplimentar el testamento vital en el ambulatorio Santa Mónica de nuestra ciudad.