Solo acudió a votar el 21,4% del censo y era necesario un ‘quorum’ del 50%
Ganó el sí a la prohibición del matrimonio homosexual por más del 90% de los votos. El resultado, sin embargo, no es vinculante. Eslovaquia votó el sábado un referéndum “en defensa de la familia tradicional” en el que solo el 21,4% del censo —unos 4,4 millones de ciudadanos— acudieron a las urnas. La Constitución de este pequeño país de poco más de cinco millones de habitantes establece un quorum del 50% de participación para que el resultado de las consultas tenga validez. Y esta vez, ese objetivo quedó muy lejos de cumplirse.
“La gente ha dicho sí a la familia. Es fantástico que haya venido a pronunciarse tanta gente sobre la familia. Creo que esto ha cambiado Eslovaquia y a nosotros”, ha declarado Anton Chromik, portavoz de la Alianza por la Familia (AZR, por sus siglas en eslovaco), organización conservadora que convocó la consulta y que agrupa a un centenar de asociaciones.
Este polémico referéndum, sin embargo, no cambia nada. No solo porque no se haya alcanzado el 50% de participación necesaria sino porque la Constitución ya incluye desde el pasado octubre que el matrimonio solo es posible entre un hombre y una mujer. “Es biología”, subrayó Chromik horas antes de que abriesen las urnas.
Los ciudadanos estaban llamados a contestar tres preguntas en el que se ha convertido en el octavo referéndum que, según los medios locales, costó poco más de seis millones de euros. ¿Está de acuerdo en que el matrimonio debe ser solo entre hombre y mujer?, ¿Está de acuerdo en que un niño debe tener un padre y una madre?, ¿Está de acuerdo en que los padres se nieguen a que sus hijos reciban formación en educación sexual y eutanasia? Sí, sí, sí. En las tres preguntas, más del 90% de los votantes se mostró firme. Especialmente en la primera, donde el Sí gano con un 94,50% de los votos. La segunda y la tercera recibieron el voto favorable del 92,43% y 90,32% respectivamente, según la Oficina de Estadística de la República de Eslovaquia.
Pero mientras los organizadores, cercanos a la Iglesia Católica —que les ha apoyado en la campaña— se alegran del resultado obtenido, las asociaciones de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGBT) sienten que la sociedad eslovaca ha dado un paso más hacia el debate sobre el matrimonio de personas del mismo sexo y la posible adopción de niños de estas parejas. “Se ha empezado a hablar del tema de las minorías sexuales y esto ha llegado a la opinión pública”, señaló Martin Macko, director de Iniciativa Inakosti’, otra asociación de LGBT.