Asóciate
Participa

¿Quieres participar?

Estas son algunas maneras para colaborar con el movimiento laicista:

  1. Difundiendo nuestras campañas.
  2. Asociándote a Europa Laica.
  3. Compartiendo contenido relevante.
  4. Formando parte de la red de observadores.
  5. Colaborando económicamente.

Jiménez de Asúa: “Los no católicos no podemos sostener la religión”

Luis Jiménez de Asúa expuso la postura socialista en el debate constitucional en materia religiosa. De su discurso queremos, en esta pieza, referirnos a la cuestión económica, especialmente en relación con los sacerdotes y el servicio que prestaban, una vez que se establecía la separación entre el Estado y la Iglesia.

El jurista y diputado aludía al discurso de Fernando de los Ríos, como ministro, en relación con esta materia económica sobre lo que supuestamente el Estado debía a la Iglesia en compensación por el proceso desamortizador, insistiendo en que eso ya estaba zanjado y, en consecuencia, la Iglesia no podía exigir porque había recibido más en compensación posteriormente, tanto en relación con el capital como en los intereses. Consideraba, en todo caso, que la cuestión de los bienes eclesiásticos y de las órdenes religiosas debía ser más tarde afrontado.

Por otro lado, se había hablado de la posibilidad de prestar un auxilio económico, en forma compensatoria, a los antiguos eclesiásticos que percibían un sueldo del Estado. Se había manejado el argumento de los militares, pero, en realidad, opinaba, no eran cuestiones análogas porque el ejército, que era un servicio oficial del Estado, cuando separaba a los funcionarios del mismo los dejaba sin funciones y el Estado tenía de alguna forma que proveer a sus necesidades, en tanto que, al separarse la Iglesia del Estado y dejar, en consecuencia, la Iglesia de ser un servicio público, debían ser los propios fieles los que tendrían que proveer a ese mantenimiento. Y una Iglesia que, según se decía, sostenía una religión que era mantenida por gran parte de los españoles, debía mantener económicamente a estos hombres, que eran sus servidores. Parecía que no era procedente que si, en efecto, los católicos españoles eran ricos, o al menos, la “plutocracia”, pidiesen al Estado que fuera quien sostuviese la religión, y que atendiese a las pensiones de compensación a los sacerdotes. Además, en esos momentos en los que los parados estaban pidiendo ayuda, no se podía dar el ejemplo de que los españoles no católicos sostuviesen un servicio que solamente a los católicos interesaba.

El discurso se publicó en el número 7076 de El Socialista, del día 14 de octubre de 1931.

Total
0
Shares
Artículos relacionados
Total
0
Share