La copresidenta del Partido de la Vida Libre de Kurdistán (PJAK), Zîlan Vejîn, repudió el asesinato la semana pasada de la joven kurda, de 22 años, Jina Mahsa Amini, a manos de la “policía de la moral” en Teherán, en Irán.
“La revuelta en Irán comenzó tras el asesinato de Amini. Fue la gota que colmó el vaso para los pueblos de Irán. La revuelta surgió en la persona de una mujer kurda, en particular, y de las mujeres en general. Esto es una advertencia de que ni las mujeres kurdas ni el pueblo de Irán aceptan este sistema”, aseguró la dirigenta de la organización, que tiene su base en Rohjilat (Kurdistán iraní), aunque está ilegalizado por el Estado iraní.
Vêjîn explicó que “la lucha de las mujeres no es una lucha local; es una lucha global. Este espíritu de libertad no se limita a una frontera, un distrito o una ciudad. Todas las mujeres lo están experimentando ahora”.
La copresidente del PJAK remarcó que el levantamiento de los pueblos de Irán, “llevado a cabo bajo el liderazgo de las mujeres, es una revuelta abrazada por todos los pueblos kurdos e iraníes para hacer responsable a este Estado, al sistema, a la política y a sus leyes. Todo el sistema político acabará en peligro y sin legitimidad para sobrevivir si las mujeres se rebelan contra él”.
Vejin también llamó la atención sobre los eslóganes coreados durante las protestas en Rohjilat e Irán. “La liberación de las mujeres y la democratización de Irán, así como el lema ‘Jin, Jiyan, Azadi’ (Mujer, Vida, Libertad), se han inspirado en las ideas y la filosofía del líder kurdo Abdullah Öcalan”.
