Cada vez más países cuentan con marcos legales que permiten la muerte asistida, aunque continúan siendo la minoría a nivel mundial. La práctica del suicidio con medicamentos recetados y autoadministrados así como el de la eutanasia –en la que un médico aplica fármacos mortales a petición del paciente– es legal en los Países Bajos, Bélgica y Luxemburgo desde la década del 2000. El suicidio asistido también se practica en Suiza desde la década de 1980, si bien la legislación sólo permite la posibilidad de automedicación, al igual que en Austria. Ambos tipos de prácticas también se legalizaron en Canadá desde 2015.
Colombia es el país latinoamericano más avanzado en este aspecto, ya que el derecho a «morir dignamente» está plasmado en su Constitución y la eutanasia fue descriminalizada en 1997, casi dos décadas antes de consagrarse por ley en 2015. Además, en mayo de este año, la Corte Constitucional de Colombia despenalizó el suicidio médicamente asistido para personas con lesiones o enfermedades graves o incurables, extendiendo la posibilidad de que sea el paciente quien ejecute la acción de poner fin a su vida, cuando antes sólo un médico podía hacerlo.
En los últimos dos años, España y Nueva Zelanda han legalizado la eutanasia y la muerte asistida, lo que incrementa el número de países que permiten ambos procedimientos a un total de siete en todo el mundo, además de Canadá, Colombia, Países Bajos, Bélgica y Luxemburgo. También entraron en vigor leyes similares en varios estados australianos, empezando por Victoria en 2019 y Australia Occidental en 2021. El resto de los estados del país, excepto el Territorio del Norte, implementarán estas leyes durante el resto de 2022 y 2023.
En Estados Unidos, los primeros estados en legalizar el suicidio asistido fueron Oregón en 1994, Washington en 2008, Montana en 2009 (a través de una decisión del Tribunal Supremo estatal) y Vermont en 2013. El número de estados que adoptaron la práctica ha aumentado recientemente, al legalizarse en California y Colorado en 2016, en Hawái, Nueva Jersey y Maine en 2019 y en Nuevo México en 2021. La eutanasia activa sigue siendo ilegal en el país.
En Italia y Alemania, los parlamentos nacionales están tratando actualmente proyectos de legislación de la muerte asistida, después de que algunos casos judiciales recibieran sentencias favorables a los defensores de la práctica. Mientras que Alemania se ha negado a dispensar fármacos mortales a pesar de una decisión favorable de su Corte Constitucional, en Italia la primera persona murió con la ayuda de medicamentos autoadministrados en junio.
Tal y como sucede con la legislación, las personas que reúnen los requisitos para acceder a la eutanasia o al suicidio asistido varían mucho en todo el mundo, desde los pacientes terminales o que padecen una enfermedad degenerativa hasta los que sufren dolores intensos o son considerados enfermos incurables.
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