El alcalde de Quito, Mauricio Rodas, aseguró hoy en Roma que la capital ecuatoriana tiene fondos para recibir la visita del papa Francisco a pesar de que «Ecuador está a las puertas de afrontar una eventual crisis económica».
En una entrevista con Efe tras ser recibido esta mañana por el papa en el Vaticano, Rodas dijo que el esfuerzo financiero, que no concretó a la espera de la confirmación de la fecha del viaje, «valdrá la pena por una visita memorable que permanecerá en la historia».
El viaje del pontífice a Ecuador -que está confirmado por el Vaticano pero precisa fecha definitiva y detalles-, será motivo de «alegría, entusiasmo y emoción» para el país, que acogerá «con orgullo» al primer papa latinoamericano.
«ÑQué bueno que treinta años después sea un papa latinoamericano quien visite Ecuador!», celebró Rodas, quien vio en el viaje un «reto importante a nivel organizativo» que necesitará coordinación entre los diferentes niveles de Gobierno, algo para lo que Rodas se comprometió a cooperar con «total voluntad».
«Ya hemos venido trabajando desde hace meses y se continuará afianzando cuando tengamos la confirmación y la agenda detallada de actividades», dijo Rodas, quien anticipó que será entonces cuando se realicen intervenciones urbanas y se coordinen aspectos logísticos.
«Esperamos que la confirmación ocurra muy pronto, ojalá en las próximas horas», dijo tras comentar que este mediodía tuvo una reunión de trabajo con funcionarios del Estado vaticano sobre la organización de las visitas papales.
A los funcionarios vaticanos «he reiterado lo que les dije también a los representantes de la Nunciatura Católica de Quito y a los de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, de ofrecer todo el apoyo municipal para que esta visita sea un éxito», prosiguió.
Una visita que el país asume en «un momento económico complicado, producto del descenso del precio del petróleo» y que requiere «la adopción de medidas inteligentes en lugar de restringir el ejercicio económico».
«Ecuador está a las puertas de afrontar una eventual crisis económica», sentenció el alcalde de la capital ecuatoriana, quien pidió al Gobierno que tome medidas para «que quien sufra no sea el ciudadano».
Sobre las tensiones entre los distintos sectores políticos del país, opinó que la visita del papa servirá para unir a todos los ecuatorianos, algo que en este momento es particularmente importante en Ecuador (…), que afronta situaciones complejas», dijo Rodas.
El alcalde se mostró convencido de que el viaje de Jorge Bergoglio servirá para «dejar de lado diferencias y acentuar la necesidad de ir en un solo rumbo y una sola dirección, de unir todo el esfuerzo por construir un país nuevo y mejor».
«Estoy seguro de que la visita del santo padre con su mensaje de paz, de unidad, de optimismo y de esperanza sin duda va a ser fundamental para unir a todos los ecuatorianos», incidió.
Añadió que la acogida del papa emociona «muchísimo» a Ecuador, país que recibió la última visita de un pontífice hace treinta años, la de Juan Pablo II, y que mantiene un «lazo único» con Jorge Bergoglio por ser latinoamericano.
«Siendo nuestros pueblos profundamente católicos, la visita del papa y, sobre todo, de este papa, nos emociona muchísimo», añadió Rodas, quien opinó que el pontífice «está modernizando la Iglesia con un mensaje fresco que cala particularmente en los jóvenes».
Sobre sus aspiraciones políticas, Rodas dijo estar «enfocado en la alcaldía» de Quito, que personalmente vivirá un reto con esta visita papal y responsabilidad que no le lleva a pensar en plantearse ser presidente del Gobierno.
«Estoy enfocado en la alcaldía. No estoy pensando en ninguna otra cosa que no sea esa, el futuro ya dirá. Asumí un mandato que voy a cumplir con absoluta responsabilidad», sentenció.
